- Escuché una anécdota de "Los Fabulosos Cadillacs", que la llamaron por teléfono para invitarla a grabar, por probar, y usted respondió que sí y a los dos días estaba en Buenos Aires...
- Ahí no termina la anécdota. Nunca he oído el disco. Hace poco estaba yo en Perú y alguien me lo ofreció y nunca me lo
dio.
- Además el atreverse a cambiar de género...
- Eso fue porque ellos se entusiasmaron después que me oyeron con David Byrne. Esa fue la idea de ellos, a mí me gustó muchísimo, fueron muy gentiles esos muchachos y me aprendí los números a la noche... No, si yo he hecho cada cosa...
- ¿Lo que le gusta a Ud. es viajar o el desafío?
- Probar cosas nuevas. Viajar viene con lo otro. De otra forma no podría ir a conseguir lo que yo quiero. Yo le tengo miedo a los aviones. Antes no lo podía decir porque le anunciaba a la Eastern Airlines, pero ahora lo digo abiertamente. Pero me gusta descubrir lo nuevo y me encanta ir a plazas nuevas, donde la gente no me conoce.
- ¿Volvería a repetir su experiencia cinematográfica?
- Si, claro, si me llaman... Primeramente porque en esa hubo mucha camaradería, mucho cariño, hubo cosas muy bonitas entre los actores y todo el equipo de producción. Y segundo porque me vino muy bien haber hecho esa película, sobre todo en un país que yo estaba loca por conquistar que era España, y yo creo que ya casi lo tengo, porque por esa película hice una gira por todo el país, a lugares a los que después de haber estado yendo allí desde el año '70 nunca había llegado. Todo eso fue por "The Mambo Kings".
- ¿Por qué "casi" lo tengo?
- Bueno, falta un poquito más. Y si bien la gente me reconoce, yo quisiera que fuera como cuando voy a Venezuela, que no puedo salir a la calle. Eso es lo uno quiere.
- ¿De verdad le gusta? Porque lo que escucho de la gente que ha conocido la fama durante muchos años es que llega un momento en que sofoca...
- Hay dos cosas que no me gustan. Que me interrumpan cuando estoy comiendo y cuando estoy comprando, porque un día en Santo Domingo me fuí con dos zapatos del mismo pie. Cuando llegué al hotel me di cuenta. Pero fuera de eso no, porque pienso que si yo paso por ahí y nadie me reconoce quiere decir que no intereso. Creo que le debe molestar a cualquier artista que pase por ahí y no se ocupen de él. Me acuerdo que una vez fuí con mi sobrinito a ver un partido de pelota en Nueva York, y no me dejaron ver el partido porque todo el mundo se me tiraba encima. Yo me quejaba, y mi sobrinito me dijo: "tía, preocupate cuando no te hagan esto". Tiene mucha razón.
- Ud. lleva muchísimos años en Estados Unidos y sin embargo siempre prefirió el español ¿Por qué nunca se preocupó por aprender el inglés?
- Porque a mí me gusta mi gente. Yo aquí estoy sufriendo, porque en este hotel no se puede ver los canales latinos, aunque el inglés siempre me gustó porque en Cuba, cuando yo estudiaba había muchas escuelas que daban clases de inglés. Pero nunca ha estado en mi mente el "crossover", porque a mí mi raza latina me ha dado más de lo que yo esperaba Y todavía hay lugares que quiero conquistar como Argentina, lugar dificilísimo, donde solo me conoce la clase artística, pero el pueblo no. Sin embargo yo se que en Argentina si yo tuviera una buena promoción yo camino, porque yo estuve allí de vacaciones. Si la Argentina no me llama ni me conoce, yo voy. Una amiga que tengo allá que se llama Amelita Vargas me llevó a la televisión, y al día siguiente yo estaba firmando autógrafos en la calle... |