Mi corazón hizo agua |
Para contarte esta historia hijo mío tendría que esperar que te cuelgue la mirada que llevaras algunos olvidos algunas puertas cerradas en el alma No puedo imaginarme tu cabeza tu mano que tendría algo de mapa tu estatura tu voz un poco llena de las cosas que llevaras clavadas. Elegiríamos un árbol una piedra sería tal vez una mañana nos sentaríamos como dos cosas viejas dejando que el silencio nos hablara. Tiraríamos pedradas sin destino hablaríamos de las nubes o del viento —esas nubes sí las imagino— yo olvidaría hablarte de estos versos. ¿Cómo decirte que llevamos algo roto que el amor a veces se disipa que se secan las manos y los ojos que todo lo invade la ceniza? Cómo habría de explicarte cada noche cada foto cada muerte de memoria explicarte que me fui sin donde a cambiarme de zapatos y de historia Cómo explicarte que mi corazón hizo agua que le entró la noche hasta el hastío Tiraría tal vez otras pedradas Miraría a los ojos al vacío. Y después te lo diría todo de una sola llave de una sola agua te abriría mi corazón de lodo y te daría a beber todas mis lámparas. Te diría su nombre de casi catarata te contaría sus ojos de panales y usaría palabras no estrenadas para contarte su alma de trigales. Yo no sé dónde está ese árbol protegiendo el primer día de nuestras raíces el momento de mirarnos a un espejo sin buscar ni frases ni matices. Ese día tal vez un poco ronco te pediría inaugurar ciertos olvidos: Cambiar el nombre obligatorio del padre por el de un amigo. Ahora ya zarpo de esta historia para no anticiparme a mi memoria y a mis pasos, antes del camino. |
Jorge Lemoine y
Bosshardt
De "El nombre divino del amor"
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