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El golpe de estado: un delito de traición a la patria |
El coronel Herbert Bayardo Inestroza, asesor jurídico de las Fuerzas Armadas de Honduras y participante en la conspiración golpista dijo a los diarios El Faro de El Salvador y el Miami Herald de Estados Unidos, que el alto mando del ejército decidió expatriar al presidente Zelaya, porque según ellos “iba a ver un derramamiento de sangre” y esta acción golpista “es un daño menor” ¿Quién es Herbert Bayardo Inestroza? Leamos lo que dijo:”Nosotros en 1980, yo era subteniente, combatimos los movimientos subversivos acá…” este señor pertenece a la oficialidad formada bajo la doctrina de seguridad nacional, compañero de criminales que secuestraron, torturaron y desaparecieron a dirigentes gremiales en los ochenta; podemo recordar los nombres de oficiales como Billy Joya, Alexander Hernández y Asdrubal Quiñones (fallecido) uno de los asesinos de los profesores Miguel Ángel Pavón y Moisés Landaverde. También debemos recordar que esta generación de militares que hoy están al mando del ejército en su mayoría eran admiradores y seguidores de Gustavo Alvares Martínez y no es de dudar que añoran ese pasado que todavía no olvida los hondureños. No debemos asombrarnos de tanto cinismo de los golpistas cuando a través de este vocero informa a la opinión internacional, que ellos están dispuestos a correr los riesgos, supongo del delito de violentar el orden constitucional del país junto a una casta política enquistada en el Congreso Nacional y los representantes de los grupos de poder y de los partidos políticos, incluidos dos ex presidentes: El panameño Ricardo Maduro y Carlos Flores Facusse autores intelectuales del madrugón que ejecutaron los milites alumnos de la nefasta escuela de golpista, escuela militar de las Américas, con asiento en territorio panameño. Un activista de derechos humanos después de leer las declaraciones de Inestroza que reprodujo diario Tiempo de San Pedro Sula, me dijo: “Los hondureños sabemos que los militares ejecutores del golpe forman parte de una conspiración contra el orden democrático que fue promovida desde el Congreso Nacional, preparando ciertas condiciones subjetivas a través de las cadenas nacionales televisadas y radiales, donde Televicentro y Emisoras Unidas (HRN) propiedad de Rafael Ferrari tuvieron una participación para aplicar métodos de guerra sucia de desinformación al estilo de la CIA; vale la pena decir que en la conspiración participaron la mayoría de diputados, junto a grupos económicos dueños de los medios de comunicación, los magistrados, la fiscalía, el comisionado de derechos humanos, dos grupos de la denominada sociedad civil (ahora unido en las marchas por la paz) y las cúpulas de cuatro partidos políticos (liberal, nacional, innovación nacional, y democracia cristiana)”. Algunos creen que los militares actuaron solos, pero tanto el “presidente” usurpador como su “canciller” ideólogo y asesor golpistas coinciden con el milite asesor de los militares, que los secuestradores del Presidente Constitucional Manuel Zelaya Rosales, tenían una orden de captura emitida por un juez invisible, que nadie conoce. El golpista Inestroza dice que midieron los riesgos, pero estoy seguro que tal medición no fue lo suficientemente objetiva ni jurídica ni políticamente, ya que no se tomó en cuenta factores internos y externos que pone en precario los planes de los conspiradores contra la democracia: Primero: la correlación de fuerza internacional porque la OEA ya no tiene una visión democrática ligada al interés de la gran potencia y los gobiernos de los Estados miembros no están dispuestos a reconocer gobiernos de facto porque son un mal precedente para la democracia latinoamericana que todavía tiene debilidades jurídicas; por otro lado existe una visión internacional tendiente a fortalecer las democracias con políticas de desarrollo fundamentado en la vigencia de los derechos humanos de primera, segunda y tercera generación. En este sentido la comunidad internacional apoya todo esfuerzo de dar mayor participación a los ciudadanos en la toma de decisiones de importancia nacional y que en Honduras se han ido incorporando, aunque lentamente, en el marco jurídico nacional a través de la Ley de Municipalidades y en la Ley de participación ciudadana aprobada por el congreso nacional al inicio de la administración de Manuel Zelaya Rosales. Segundo: Las condiciones subjetivas internas son diferentes a las décadas del sesenta y setenta, cuando Honduras fue el corolario de cinco golpes de estado propiciado por los militares de los cuales dos fueron contra gobiernos electos por los votantes en elecciones legalmente convocadas. La población en un 70 por ciento era analfabeta y su participación organizada era incipiente y limitada. No contaron los golpistas con este factor que se vuelve determinante en este caso, es decir, de ganar una base social, lo suficientemente fuerte que apoye una postura o una acción política aunque sea a través de la fuerza bruta. El apoyo que reciben los golpistas es engañoso y no se puede considerar para indicar que en Honduras la sociedad está dividida como quieren presentar ante la opinión pública. Si es cierto que algunos no toman partido por temor o por la confusión que genera la desinformación mediática, que ha tenido poco efecto sobre la opinión pública. En el pasado, antes de la globalización de la comunicación de masas, nos engañaban fácilmente con las mentiras difundidas por los medios de comunicación y pregonadas por los mismos heraldos del oscurantismo que en el presente han pretendido confundir a la población con mentiras prefabricadas en los laboratorios de la CIA o por especialistas de la ultraderecha venezolana, que encontraron eco en los grupos de poder económico, político y militar recalcitrantes de Honduras, que siempre se han opuesto a todo cambio, y que a través de sus diarios, radios y televisoras han estigmatizado una encuesta de opinión no vinculante, mirándola como un peligro “comunista” chavista. Pero se equivocaron, no fue suficiente los métodos de desinformación masiva practicados antes del golpe ni el cierre temporal de medios de comunicación que abiertamente apoyaban la encuesta o que no están ligados a los golpista. El pueblo prefirió seguir la luz que las tinieblas. Porque no está de acuerdo de un golpe de estado, sabiendo que existen mecanismos legales de requerimiento a los que violentan la ley. Los golpistas ya habían violado reiteradamente la carta magna y esto no sólo les hizo perder credibilidad y que sus posturas se convierten en un bumerán de impopularidad sino que los convierte en hombres y mujeres que actúan fuera de la ley pero que nadie requiere legalmente para enjuiciarlos. Paradójicamente los violadores de la Constitución se apresuran a ordenar la captura contra el Presidente con una acusación sin fundamento; según dieron a conocer la acusación es por sedición y traición a la patria, violentando el procedimiento, e induciendo a cometer varios delitos que no prescriben: TRAICCION A LA PATRIA y secuestro en contra de la humanidad del ciudadano presidente Manuel Zelaya Rosales. Tercero: La Constitución vigente le da el derecho al pueblo a no reconocer un gobierno usurpador y derecho a la desobediencia. Destituir al presidente a través de la violencia militar (golpe de estado) rompe el orden constitucional y desde ese momento las instituciones legalmente constituidas dejan de ser y el proceso electoral convocado por un tribunal supremo electoral que había sido electo violentando la constitución es un acto ilegal. Cualquier que sea electo después del golpe por elecciones sin restituir el orden constitucional resulta de facto. La diligente corte de suprema en este caso y los valientes fiscales pierden su legalidad porque no hay ningún sustento constitucional. Sino que lo demuestren con argumentos jurídicos válidos los leguleyos al servicio de los golpistas. Para justificar la acción militar contra la democracia y su desobediencia al poder legalmente constituido, Inestroza, coronel golpista, dijo sin tapujo: “Si los hubiéramos dejado acá ahorita estuviéramos enterrando un montón de gente”. Eso significa que ellos, los golpistas están dispuesto a todo, por eso no dudaron en dispararle a la multitud que el domingo 05 de julio esperaba al presidente en el aeropuerto Toncontin con un saldo de tres muertos y varios heridos. Es de suponer que se pensaba matar al presidente por las siguientes frases de Inestroza en dicha entrevista: Periodista: “¿Ve difícil que Zelaya vuelva al país?” Coronel Inestroza: “Imposible. Si él es inteligente no va a regresar a Honduras. Ya Chaves dijo que no venía a Honduras y dijo por qué, y ustedes los saben: dijo que tenía temor a un franco tirador.” Según el asesor jurídico del ejército el presidente Zelaya debe procurar no venir para evitar los francotiradores. Hay desesperación o tienen seguridad de que no serán castigados, porque en Honduras los jueces perdonan los criminales. Si cometieron un delito no les importa cometer otro. Todos lo sabemos, los militares que no se sometieron al mando civil desobedeciendo al presidente Zelaya, obedecieron a los conspiradores civiles y prefirieron el golpe que apoyar una encuesta que si generaba algún cambio sería por vías de participación ciudadana; ahora resulta que es un delito preguntarle al pueblo si quiere opinar. Además Inestroza deja bien claro, respondiendo a la formación, digo deformación, recibida en la escuela de golpistas, que el golpe fue para evitar un cambio de la forma de gobierno porque calificó al Presidente Zelaya como un militante de la izquierda que encabezó una turba para recuperar el material de encuesta. Esta revelación nos aclara el porqué los Ferrari, los facusse, los canahuati y otros grupos de derecha le hicieron la guerra al presidente que intentó un acercamiento con los excluidos y les permitió participar en un proceso que sin lugar a dudas conllevaría a la apertura o comienzo de un proceso de consolidación de la democracia hondureña que después de 29 años no ha podido superar las limitaciones de una democracia electorera, donde no hay posibilidades de ejercer el derecho inalienable de la elegibilidad, entendiendo como tal, el derecho de elegir y ser electo. Cuarto: el gobierno encabezado por Manuel Zelaya Rosales fue electo por los liberales que conforman la mayoría del electorado y que un buen porcentaje de este electorado ha visto con simpatía la administración de éste e independientemente de que se haya orquestado una campaña de un supuesto desorden administrativo que resultó no creíble, primero, porque es público que el señor Ferrari, dueño de la mayor cadena televisora (Televicentro) y de emisoras unidas HRN del país, le debe más de Lps. 500.000,000,00 a la empresa estatal de energía eléctrica, y está aterrorizado ante un cambio del marco jurídico que permita que la población a través de mecanismos de participación obligue al Estado de Honduras la recuperación de la deuda. De ahí su beligerancia en la defensa de una Constitución que todos han violado sin ser castigados. Cualquier verdad, si se dijera, por los medios de comunicación se convierte en mentira, porque los dueños de estos medios han hecho negocios con gobiernos anteriores incluidos los dos ex presidentes golpistas. Par no seguir transcribo literalmente la pregunta del periodista y la respuesta del golpista Inestroza: Periodista: ¿Esta usted de acuerdo en que cuesta entender una acción militar en la que un presidente es sacado de su país? Respuesta del asesor jurídico del Ejército golpista: Cuesta entenderlo, claro. Pero nosotros preferimos correr ese riesgo a que él (presidente Zelaya) instalara una Asamblea Constituyente en el país, porque hubiera cambiado la forma de gobierno y todo lo demás”. Me pregunto: ¿Por qué le tienen miedo a una Asamblea Constituyente? ¿Cómo sabían que la población votante diría si a la cuarta urna? ¿Por qué adelantarse a los acontecimientos? Lo que si está claro es que la mayoría no tiene derecho a opinar y si reclama es una turba… también está claro que el ejército sirve los intereses de los grupos de poder económico y que si ese interés está amenazado no importa cometer el delito de traición a la patria. Lo importante es que el pueblo aún permanece protestando en las calles y no se doblega ante los golpistas. La gente cada día pierde el temor y se suma a las protestas pacíficas. |
César Lazo
clazva@yahoo.com
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