Un perro degollado |
Un perro degollado es la noche, perro sin ladrido ni colmillos, que espanta y asombra a los hombres cuando lo ven husmeando, hambriento, entre los desperdicios. Pienso en el mundo ante este perro trágico y absurdo, que anda a tumbos, extraviado, sangrando por el cuello y sin cabeza. ¿Quién le alcanzará un hueso -que no es sino un poco de amor- antes que los señores lo echen a palos? Schopenhauer duerme, y en su sueño un perro lame su mano. |
Juan Carlos Lázaro
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