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!La
Gaitana!, le canto a la Gaitana
porque cumple en la historia sus deberes
de liderar a veinte mil mujeres
contra el tirano de la hueste hispana
y asume su papel de capitana
de revolucionarios menesteres,
en defensa de todo su derecho
que la mujer defiende trecho a techo.
Ante el fulgor histórico del dķa
resurge en el mural !Salavarrieta!
la joven heroína; su silueta
se revive en fulgente lozanķa.
garbosa como fue. La posĶa
ve cómo al vende patria, acusa y reta
la mujer inmortal, que en flor se inmola,
y se vuelve a inmolar, la bella Pola.
Yo soy Manuela Beltrįn, la comunera,
fuerte brazo del pueblo soberano
que rompió los edictos, brava mano
de coraje, pujanza y berraquera
para empuñar la antorcha o la bandera
contra el virrey injusto e inhumano.
Yo soy Manuela Beltrįn y no me corro
al empuñar mi voz en el Socorro.
En tierras comuneras surge ufana
la mujer aguerrida de mis cantos:
voz de emancipación, Antonia Santos.
Marca un hito en la gesta colombiana.
Libertaria cual fue, levanta diana
y a guerrear, a guerrear sin llantos
convoca a las mujeres la heroína,
hasta la muerte en lucha numantina.
De Santander, el grande, sin frontera
Mercedes Abrego, fue de sur a norte
mujer de armas tomar, broncíneo porte,
para llevar en alto su bandera
de libertaria audaz y !qué procera!
distinguida en su bronce como aporte
a la Colombia heroica, a su gloria
de mujeres con gestas en la Historia.
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