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"Patrón de la Santa Justicia"
(San Martín de Porres)


por Ramiro Lagos
r_lagos45@hotmail.com 

 
 

Nacido en mil quinientos siete y nueve,
Martín de Porres del Perú fue oriundo.
Su padre coronel del Viejo mundo
lo desprecia por Negro, mas se atreve
a violar a las negras, vicio aleve
de conquista cristiana sin sentido;
pero el niño Martín a Dios unido,
fue por su blanca alma bendecido
y en el Sancta Sanctorum canta Gloria
con nombre consagrado en clara historia,
y ante la luz de Dios fue bien nacido.

El corazón del niño no fue amargo
ni en la pobreza extrema de su cuna.
Desde pequeño soporto la hambruna
del indio, el miserable, y sin embargo
le sirvió su pobreza sin letargo
para ayudar al pobre, y fue enfermero,
las heridas curando, y por entero
se entrega al pueblo por su cruel pobreza,
y entrando en una Orden, allí empieza
a ser de Dios un lego limosnero.

Cura no fue Martín en su convento,
mas curandero sí de cuerpo y alma;
tranquilamente devolvió la calma
a los enfermos y alivió su aliento,
procurándoles ropa y alimento
a los necesitados en procura
de bienestar social sin amargura:
y hasta el hambriento llega: fue consciente
de protegerlo con piedad, y siente
compasión por quien es de Dios criatura.

Pordiosero de Dios con bendiciones,
de toda Lima la piedad despierta,
tocando el corazón de puerta en puerta
y el rico corazón de las mansiones,
pero con tanto pobre, lo que dones,
no es suficiente, ¡no!, que al fin y al cabo
hay enfermos de peste. Yo alabo
de San Martín su entrega hacia los pobres,
que si les falta, dijo, techo, cobres,
“que me vendan por ellos como esclavo”.

Este Cristo mulato halla su muerte
sin morirse del todo: deja fama
de que al tocar su tumba, prende llama
de la fe en sus milagros, y se advierte
que un milagro de Dios premió su suerte
al conservarse intacto ante la historia
y en el ciprés tumbal de su memoria:
el cuerpo de Martín cuando se exhuma,
solo exhale fragancias, y perfuma
el aire de su alma hacia la Gloria.

Patrón de la justicia consagrado,
Martín de Porres, de perfil mulato,
apóstol de los pobres, fue beato
y por Juan XXIII, canonizado
como santo de América; el papado
de otro apóstol de pobres, determina
santificar la raza oscura andina
sin discriminación: todo lo integra
la raza blanca con la raza negra,
porque Juan XXIII no discrimina.

Apostilla: El hoy santo de la negritud de las dos Américas, Martín de Porres, nació en 1579 en Lima, Perú. Fue hijo natural de una joven mujer india o negra de origen panameño. Su padre fue un coronel conquistador de tierras y de mujeres indias, a las que después de violar, rechazaba. Martín se hizo terciario y después lego, de la Orden de Santo Domingo. Desde allí se hizo limosnero de Dios para ayudar a los pobres del Perú. Hizo milagros en vida no sólo en su país sino en otros lejanos, sin estar presente, en virtud de lo cual después de más de un siglo de espera discriminatoria como beato, por fin fue canonizado como santo en 1962 por el papa de los pobres Juan XXIII. A San Martín de Porres se le considera como Patrón de la santa justicia.

 

Ramiro Lagos
r_lagos45@hotmail.com

 

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