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Bajo sombras fugitivas
las lomas de El Cairo, oscuras,
refugian miradas vírgenes
que ven el cielo entre brumas
mientras los amantes pasan
ķntimas horas nocturnas,
sin que lo sepan los guardias,
sin que lo sepan las brujas;
y todo es rítmica calma
de trinos bajo sus plumas
en una noche sonámbula
de dos sombras que se juntan.
!Hay que subir a las lomas
de El Cairo bajo la luna!
Hay que subir y bajar
las miradas, que en la altura
nos guiñan estrellas vírgenes
y abajo hay sorpresas puras,
y viese El Nilo alargando
sus brazos tras la cintura
de la ciudad, con requiebros
de rítmicas galanuras.
!Hay que subir a las lomas
de El Cairo bajo la luna!
Bajar y subir sonando
que allí, la pareja busca
tender, si pudiese en sueños
su azul alfombra de holgura,
cambiando la noche en día
de libertad sin sus brumas.
!Hay que subir a las lomas
de El Cairo bajo la luna!,
para disfrutar la shicha
que en bocanadas se esfuma.
Traed la shicha al amante
con su disfrute de frutas:
melosas pomas, banano
que en sus esencias se suman,
y esparcen sus aires libres
en alas del sueno, y buscan,
piel a piel unir dos almas
con el corazón de una.
Después...a sonar con ella,
la shicha con su dulzura,
fumando su clarinete
como si fumara mssica.
!Hay que subir a las lomas
de El Cairo bajo la luna!
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