| Día Internacional de la Mujer: 8 de Marzo | |
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La Gaitana |
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“Era señora de las más potentes, |
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| Ante el imperio el sol no se ponía, ni se ponía el sol de los incanos. Glorioso emperador se engrandecía con sus rocas graníticas por manos habitada de cíclopes, y un día le abrió un río a sus barbas, creó llanos y le talló a sus brazos cordilleras para montar en alto sus trincheras. No se ponía el sol. Y que se cuente que el imperio del sol armó sus razas con cinturones de oro, Y hubo un frente de mujeres garbosas con corazas del metal primoro y refulgente, y llenaron los ríos y las plazas las amazonas bellas, y una, ufana, se coronó de gloria: !La gaitana! Érase la conquista de El Dorado entre tribus de orgullo y de leyenda que se daban el lujo del brocado de filigranas de oro, Allí la tienda del español se planta, enamorado del imperio del oro, y la contienda prende entre el invasor terrateniente y la raza invadida combatiente. Vese a lo lejos la caballería del hispano tropel de caballeros. Reluce la conquista….relucía cuando la cruz fue luz de sus aceros; mas, no luce el valor y la hidalguía, si se cubren de cruces los senderos. Allí una cruz y la arrogancia hispana y ante el corcel piafante, La Gaitana. Porvoredas de coces y de casos, y entre los casos uno: el de su hijo, el que acero sus puños y sus pasos y sus tendones y su pecho, y dijo: “ !No!, no quiero ser esclavo. Ni habrá lazos que me aten al amo”, a quien maldijo; y así el conquistador, montando ira le decretó la muerte de la pira. El héroe erguido en medio de la hoguera le escupe llamaradas al hispano. Gaitán pudo llamarle la pantera, Gaitán el cóndor y el volcán. Y ufano el viento es roja antorcha de era en era porque es Gaitan el roble colombiano. Gaitán de gesta y el mestizo altivo, el que entre multitudes arde vivo. En las fogatas de la historia vive como una antorcha La Gaitana. Ella fulgurante flamea. Se le concibe como alto pabellón, cual roja estrella bajo el arco en su lid que la revive. Fue La Gaitana rebelión. Destella como una flecha del fragor primero desafiante en su hito justiciero. La historia es ella con el alma rota de madre circuída por su sino. Se le crece la voz, y de ella brota el vocerío de su pueblo andino, que no quiere ceder ante la bota del gobernante cruel, el asesino, el que al prenderle fuego a la garganta del hijo de su raza, la agiganta. La hoguera puso fuegos en los ojos de los montes agrestes. La Gaitana se enrojeció el penacho y fueron rojos sus cabellos ardientes, su macana, su cintura de hembra, sus arrojos, el amor, la pasión y la mañana que se tiñó de achotes , y predijo la venganza con sangre de tu hijo o Bastó su voz: “Ordeno la captura del cruel torturador, el comandante, que ejecutó a mi hijo, y seré dura como lo fuera ‘él. Que se levante toda mi gente en armas”.Su voz jura la Guerra sin cuartel, y en un instante, esa voz que retumba en el bohío se rodea de enorme vocerío. Capitana del pueblo, están latentes sus consignas al viento: !La venganza! Dónde estará el verdugo? Con sus gentes lo divisa la tribu de Piguanza, el terrible cacique. Y combatientes todas las tribus se unen en alianza, y se enfrentan al fiero sanguinario, y cae del caballo el victimario. Añasco cae, el bárbaro agresivo de las nuevas conquistas inhumanas, el gobernante cruel cae cautivo de La Gaitana y todas las gaitanas del Nuevo mundo. Y contra el reo, vivo, rompe la madre airada sus macana, y venga al mártir hijo, atando al preso y con la soga cruza su pescuezo. Ella que es desafío cabestrea como a buey con su yugo al prisionero, lo lleva a los bohíos, lo pasea con el bozal de escarnio y su agujero, y doce mil mujeres con su tea siguen de La Gaitana el derrotero, y hay un festín salvaje, grito a grito, y así cae en la orgía aquel maldito. !Timaná! !Timaná!. La Fortaleza de las tribus: paeces y yalcones, marchan con aspiramas. La fiereza de los pijaos se arma de cojones con sus arcos templados con destreza. Con ellos La Gaitana templa sones de victoriosa lid y da su grito de la emancipación al infinito. Su proclama fue el eco de su raza y su altivez emula a la española: para orgullo, coraza con coraza, para la libertad, su voz tremola bajo el arco de honor por donde pasa la colosal mujer y no esta sola con doce mil mujeres, capitana de la historia de antaño: La Gaitana. |
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APOSTILLA: Este poema aparece publicado por el vate y critico antioqueño Juvenal Herrera en su ”Antología Universal de la poesía revolucionaria”, Volumen 1, Medellín, Colombia, 1977. Posteriormente fue declamado en Madrid, España en La Casa de América por la actriz española Alicia Altabella. |
Ramiro Lagos
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