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La ciudad de los parques bajo el palio de flores
al sol de los jardines le da su parabién,
y floreciente ella con ramajes solares,
es el numen urbano, vestido de mujer.
Allá en el parque ameno de las fragantes rosas,
tu fuiste flor del verso y empezaste a cantar
los íntimos nocturnos de momentáneas lunas
mientras te descubría tu secreto lunar.
En el parque canoro, el aire era de trinos:
!Que dulce sonatina! !que grata sensación!
Alondras y turpiales intercambiaban ritmos
y el ritmo mas profundo era del corazón.
En el parque hay palomas que comen en la mano
semillas de las flores del alba hasta el nadir,
y en la mano, dormidas, se quedan las palomas
Y siento que hay dos pálpitos y los vuelvo a sentir.
En el parque florido, los pétalos se abrieron
inventado de almíbar, la boca del clavel,
para sentir con tacto que de la flor caían
dulcemente en su punto una gota de miel.
En el parque aletean los recuerdos mas frescos
de la pájara pinta con el pájaro azul.
Entre los dos florece la orquídea musgo a musgo
formando un solo nido dorado a plenitud.
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