Con las botas puestas

poema de Noé Jitrik

El general se desanima

frente a las candilejas

no quisiera este tablado.

El general ha sido exigido

tres hombres se lo pidieron

y en su momento

se impresionó.

No es que esté incómodo
frente a las señoras
o los encapuchados
o las docenas de rosas blancas

y azules
(bella improvisación)

está frente a la historia y sufre
está frente al pelotón y tiembla
lo miran los corceles
y se intimida.

El general no sabe
de aflicciones tenaces ni de frases obsesivas

lo cual no le impide encogerse

recordar vagos traspiés

repeticiones errores malentendidos

lamentables deslizamientos.

El general se ensancha se difunde
se hace un hilo de emoción
frente a los niñitos de la patria
ricitos delicados ojitos
padres y padres y padres hasta nunca acabar
reserva de verdad:
por esos parpadeos meditará
pondrá la mirada lejana.

El general se acuesta cansado

de la vana ciencia
de la falta de fe
(a la que pondrá remedio)

y se levanta brillante convencido

de que ese temblor en el piso

no es para él
que ese rencor en el silencio
de ningún modo es para él.

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