Entrevista a Beatrice Valenti: la fotógrafa de Nepal |
Ganadora en 2004 de un premio National Greographic con “¿Por qué?”, fotografía tomada en Nepal, desde entonces la fotógrafa venezolana ha realizado varias exposiciones underground, tres calendarios en el archipiélago Los Roques en homenaje a su gente y prepara para el 2001 una exposición en Augusta, Sicilia, “el pueblo de mi mamá, porque quiero transmitir, primero, cómo Venezuela acogió a los inmigrantes en aquella época y luego, mostrarles a los italianos cómo es la vida del mar del otro lado del océano, en otro pueblo de mar como Los Roques”. Nepal, como su primer amor, siempre está ahí y no ha dejado de seguir escalándolo, fotografiándolo para la eternidad. Ahora, a color. |
foto
ganadora: “¿Por
qué?” “Gente
del Himalaya, Nepal, donde
sus espíritus vagan en la inmensidad y
detengo ese instante preguntándonos ¿por
qué?” Beatrice Valenti |
“¿Por qué?”
es el título de la fotografía de Beatrice Valenti Damiata que, en marzo,
ganó el Primer Premio en el
concurso Luces
de América de National
Geographic 2004. Había dos categorías: profesional y
aficionado. Beatrice es una fotógrafa profesional. Pero, como ella no
vive económicamente de la fotografía, decidió concursar como
aficionada.
Beatrice, digo yo, tiene el ego tan bien
puesto como sus ojos, porque en sus fotos se ve el alma de los lugares y
de la gente. Un alma distinta en cada foto, como distintos son los
paisajes y las personas. Pero tienen algo que las unifica: detrás hay una
mujer que ama la vida, y la ama bien. Tristes, majestuosas, imponentes,
desoladoras, plenas, conmovedores, bellas, todas las fotos de Beatrice están
llenas de amor por la gente y la naturaleza.
Muchas de sus fotos de
paisajes, tomadas en Nepal, Perú y en la Patagonia chilena,
transmiten el enigma de la vida y de la muerte. Beatrice es una filósofa
de la imagen. Que nos haga reflexionar desde el amor y la belleza,
y no desde el regodeo frente al dolor, es algo que se agradece.
Porque después de todo ya lo decía
John Lennon: “todo
lo que el mundo necesita es amor”.
Quiero dar las gracias a Teresa Giuliani,
porque en diciembre del año pasado me mostró la foto de Beatrice que
después ganó el concurso, me hizo conocer a esta conmovedora fotógrafa
y preparó una exquisita cena la noche de esta entrevista. VMI:
Beatrice, ¿cómo hiciste para seleccionar la foto que ganó el premio? BV:
Cuando recibí información sobre el concurso me puse a pensar en todas
las fotos que tenía, y me
parecía impresionante pensar que sólo podía mandar una. Simplemente la
imagen de esa foto se me vino a la mente. Esa imagen y no otra. Y mandé
la foto al final, cuando el plazo para concursar se acababa. VMI:
¿Solamente pensaste en esa foto? BV:
No, pensé en dos. Pero la imagen más fuerte era la de esa foto. Y recordé
que en el año 1998 hice una exposición en Caracas y esa fue la foto que
coloqué en la invitación. La exposición se llamaba “Ven a Ver” y la
hice para mis amigos del Proyecto Cumbre, que son los
primeros venezolanos que escalaron el Everest. Con ellos yo he hecho
varios viajes, para escalar y sacar fotos. VMI:
¿Pensaste que esa iba a ser la fotografía ganadora? BV:
No, porque la verdad es que nunca pensé tanto en ganar como en
participar. Porque me parecía imposible llegar a un primer lugar. Nunca
tuve en mente ganar, aunque lo deseaba. VMI:
La foto se llama “¿Por qué?”. ¿A
qué se debe ese título? BV:
Es una foto inquietante y va muy acorde con la expresión: el por qué de
la destrucción, de las guerras, de la injusticia. Después cada persona
le da la interpretación que quiere, no que quiere, en realidad,
sino lo que siente cuando ve la foto. VMI:¿Te
acuerdas del momento en que la sacaste? ¿Cómo fue? BV:
Esa foto la saqué en el segundo viaje que hice a Nepal, en 1997, junto
con mis amigos de Proyecto
Cumbre. En Nepal tú vas caminando por la montaña y de repente
aparecen pueblitos o gente. El día que saqué la foto recuerdo que, después
de una larga caminata donde no nos encontramos con personas, llegamos a un
sitio en donde había gente jugando cartas, y las cartas eran viejísimas.
También había algunas tiendas donde comprar cosas y allí, parado,
estaba él, el niño. Le saqué muchas fotos, pero la que mandé al
concurso es la que más me impactó. VMI:
¿El niño sabía que le estabas sacando fotos o las tomaste a distancia
sin que se diera cuenta? BV:
No, él sabía, me miró, y se quedó ahí, dejando que yo le tomara
fotos, nunca me quitó la mirada. Esa
es una característica de Nepal: la gente te permite acercarte, sacarle
fotos. Esa foto yo la saqué con un tele, pero con un lente normal tú
puedes acercar tu cámara a sus caras y las personas se dejan fotografiar.
VMI:
¿No se molestan? BV:
No, porque otra característica de Nepal es que la gente siempre te regala
una sonrisa, toda la gente siempre tiene una sonrisa en los labios. Me
enamoré de Nepal, de su sencillez, no tienen nada pero siempre tienen una
sonrisa en los labios; de la humildad con que te tratan, cómo se te
acercan, es maravilloso. Además el paisaje es espectacular, inmenso, con
esas moles de montañas de ocho mil metros, tiene pureza, presente, Dios. VMI:¿No
pudiste hablar con el niño? BV:
No, porque ellos hablan nepalí y yo no. VMI:¿Qué
sentiste cuándo te enteraste de que habías ganado el concurso? BV:
Primero me quedé sin palabras, casi sin respiración (se ríe), no lo podía
creer. Lo que más me gusta de haber ganado es tener la oportunidad de
transmitir algo a la gente con esa foto.
Y después, la posibilidad de que se me abra una puerta para
dedicarme más a la fotografía. |
El camino |
Campo de trigo |
VMI:¿Con
qué actividad laboral compartes la fotografía? BV:
Soy administradora y trabajo en el negocio de mi familia, con mi madre,
que es italiana y me regaló mi primer viaje a Nepal. VMI:¿Cómo
te iniciaste en la fotografía? BV:
Desde chiquitica yo andaba con una cámara fotográfica y captaba los
momentos familiares. Mi papá, que también era italiano,
era fotógrafo, así que supongo que habrá algo de herencia.
Toda mi infancia y adolescencia la pasé fotografiando, sin parar,
los instantes. Pero después empecé a cambiar el ojo, ya no tomaba tantas
fotos sino que era más selectiva. Y cuando hice mi primer viaje a Nepal,
en 1993, comencé a fotografiar en blanco y negro. Al volver, un amigo
fotógrafo, Rafael Salvatore, me
enseñó a revelar en su cuarto oscuro. Después tomé algunos cursos, con
Ricardo Armas, Ana María Yañez y en Cotraín. VMI:¿Qué
es lo que más te gusta fotografiar? BV:
Paisajes, la naturaleza, rostros, personas. Esperar el momento en que, qué
sé yo, dos monos se den un
beso y estar ahí, incómoda, tirada en la tierra, esperando, para tomar
la foto. Eso es lo que me gusta hacer como fotógrafa. El otro día me fui
al Ávila (la montaña que separa Caracas del Mar Caribe) a fotografiar
colibríes. Es decir, a mí me gusta lo difícil. VMI:
Leo que has realizado tres exposiciones, la última en 2002 en La
Cuadra Creativa con fotos que sacaste en la Patagonia chilena. BV:
Sí, pero hasta ahora mis exposiciones han sido muy íntimas, pero no
porque yo lo haya querido así,
sino porque no es fácil entrar en el circuito de exposiciones de galerías
si no conoces a nadie. Y yo saco fotos, subo montañas, pero no sé
recorrer galerías con mis fotos bajo el brazo buscando un lugar para
exponer. VMI:¿Con
qué cámara trabajas? BV:
Nikkon F-2, es totalmente mecánica. VMI:¿Qué
buscas con cada foto? BV:
Me gusta detener el tiempo con la fotografía, recordar. Y transmitir,
sacar el alma de los paisajes y la gente. Los ojos de Beatrice, expresivos,
curiosos, bellos, parecen
haber nacido para fotografiar. Porque aún sin cámara,
Beatrice mira como si estuviera fotografiando todo. En blanco y negro, eso sí. Aunque ella transmita tantos colores. |
©Viviana
Marcela Iriart
2004/2010
http://vivianamarcelairiart.blogspot.com/
Fotografías de Nepal:
©Beatrice Valenti
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