La mujer del tiempo
Guillermo Ibáñez

Rompe un poco mi estructura
-dice la mujer-
no deseo estar tan entera.

Destrózame la cantidad de años
que esperé tu sexo.

Y el hombre agotado,
con el corazón latiendo agitado
como el vuelo huidizo
de un ave nocturna
a la llegada del amanecer,
vuelve y se va.

Vuelve,
quédate sobre el tiempo
-ruega la mujer-,
y si no es este el momento
tendrá ella otro destino
otro desengaño
y la ampliación del abrazo
para encerrarse en su propio beso
en la condenación
que la somete.

Guillermo Ibáñez
Árbol de la memoria 

Del libro "El lugar" (1973)

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