La mitología como inspirador referencial en la poesía sobre el llano del Poeta Arturo Álvarez D´ Armas |
La serie de poemas dedicados al llano del poeta Arturo Álvarez D’Armas demuestran que este escritor de la negritud, que además de poeta, es crítico literario, fotógrafo, investigador y bibliógrafo, se manifiesta también con singular habilidad y pureza en la creación literaria. |
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Felipe Hernández G. |
Quirón me llevó a la llanura de Escamandro encontré a Jasón y los Argonautas con el vellocino de oro. Hablé con el hijo de Lapites y Metimna, fui a la escuela de Safo oímos el concierto de las aves. Hervían remolinos de agua algas y caramas sobre la piel del Apure. Sobresaliente en un madero está la Piedra Pulida la que desata pasiones al igual que Helena. |
Glosas registradas en perfecta rima métrica para decirnos amparado en la poesía homérica, su visión sobre aquel mundo: ahí están los llaneros, representados por Quirón, centauro inteligente, sabio y de buen carácter, hijo de Crono. Escamandro, el río troyano, representando al Apure en su discurrir, simbolizando la unión de las tierras de Guárico y Apure. Pero también está Jasón el del viaje a Cólquide, que al igual que los llaneros llevan una vida signada por la lucha tenaz, en pos del vellocino de oro que es su modus vivendi, en un medio inhóspito que determina la trashumancia, la permanencia en un hábitat de contrastes marcados por las sequías que espantan y las lluvias que arrasan. No en vano reafirma: Hervían remolinos de agua / algas y caramas / sobre la piel del Apure. Y en su creatividad sin par, sigue fabulando con figuras míticas, uniendo a los hijos del Guárico y Apure en hermandad simbolizada en el hijo de Lapites (Lesbos) y Metimna, fieles habitantes del océano de la sabana que solo tiene fin cuando cielo y tierra se juntan en el infinito horizonte. Glosas de hondas vivencias amatorias, entre referentes de aquel mundo: la llanura, concierto de aves, remolinos de agua, caramas. Luego nos dice: |
Inventé mi laberinto junto a Medea, sin ir al infierno ni al reino de las sombras. Después de una centuria reviví un sabat, al oír tu voz desde la llanura de Apuri recibí pan vino. |
Sensualismo. Un canto a la nueva vida, a la esposa, a la mujer que ama, un canto al reposo, a la jubilación, el merecido descanso para la adoración después de una centuria de calamidades. Y le canta a la amada: |
No eres Agar, Helena de Troya, Greta Garbo, Naomi Campbell ni Alek Wek. Piel tersa y mulata sonrisa pura y cuerpo de cítara. Eres la de Lesbos el llano el estero la sabana. |
Se revela un escritor comprometido, contemporáneo definitivamente marcado por un humanismo prometeico —libertad, igualdad, progresión— y el paradigma libertario: sacrificio y recreación de la humanidad como identidad valorativa que ha signado el llano, el estero, la sabana. En su canto al Estero de Camaguán, nos dice: |
Un día de junio el silencio de las aguas se elevó sobre el campo de Cronos el Portuguesa hincha su vientre derrama su caudal no es el sol quien perturba mis ojos ni siquiera es un oasis. II He transitado algunas galaxias para llegar a tu cuerpo tierra prometida en tiempo de estío exhalas azahar de la India ante el río crece la hierba lloran las chicharras se anuncian lejanas lluvias. III Retorno al cálido color de la comarca mi árido corazón necesita la llovizna cotúas, garzas, corocoras yantan en los espejos de agua fuego y humo escudriñan a través de una nube braman las reses en la sabana desnuda de pasto la muerte acecha el invierno. IV Llegaron los primeros aguaceros la brisa despejó la humareda se desvaneció la canícula resurge el curito en el estero apacentan las vacas en medio de pastos. Cesa la agonía regresan en bandadas las garzas. V Al salir la aurora Helios arde sobre la espalda del bonguero ribazones de peces vienen en aguas a tropel resaca espuma sube y baja mercancía arriban arenas livianas de costa abajo boras disueltas en remolinos en este Jordán bautizan cristianos redimidos. VI Conviven con el ave rapaz ruedas sobre asfalto cuero y huesos achicharrados la roca no fue golpeada por la vara del Patriarca puja el nacimiento del agua fluye a borbotones otras muertes otras vidas. |
En estos poemas el autor nos habla de sus temas recurrentes, de sus obsesiones. El llano, la mitología clásica, la incertidumbre que lo signa indeleblemente con la inexorabilidad de lo irremediable, el Guárico, el Apure. El curso de los días, el paso de las horas cual corriente de un río inevitable se convierte en objeto de reflexión para el poeta. Hay vértigo y asombro en estos textos brillantes que nos entrega a sus lectores el escritor. Una arrebatada emoción palpita en cada línea, en cada verso y en cada construcción verbal contenida en estos maravillosos cantos de Arturo Álvarez D’Armas. La pulcritud de la frase bien concebida es un rasgo distintivo en todos estos poemas del llano mitológico. |
Felipe Hernández G.
Ponencia presentada en el
V Encuentro de Poetas y Poesía de Tucupido
Casa de la Cultura “Rafael Rengifo”
Tucupido, domingo 25 de abril de 2010
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