Damas de luto |
La noche del sábado arrimaban a mi mesa una botella de brandy y dos mujeres de luto. Era muy negra, muy negra ese día mi estrella. fuimos a un teatro de pacotilla donde había la escalera a la luna de un pintor que sacudió un tarro de pintura en mi solapa. El villano que paseaba en escena las narices puestas en el escote de las damas de luto, me miraba a la salida desde el espejo empañado de la taquilla. Se hicieron gárgaras mis palabras de amor y tomé el primer taxi a la vuelta del teatro, mientras la luna escupía huesos de fruta a mi paso y el viento en las esquinas, pasaba lista a la aurora. |
Raúl Henao
de " Sol Negro"
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