Sea socio fundador de la Asociación de Amigos de Letras-Uruguay |
Observa lo que ocurre (Un ABC para principiantes) Ernest Hemingway |
En octubre
1935 Hemingway publicó en la revista Esquire un relato (luego reproducido
en Byline), donde transcribe los
diálogos sostenidos con un aprendiz de escritor, seguramente ficticio,
que habría llegado desde Minnesota para consultarle las reglas básicas
del oficio. Ese aprendiz aparece designado con el seudónimo Mice (que
significa "ratones") y habría acompañado a Hemingway durante
una temporada de pesca. A cierta altura, el maestro informa al alumno
sobre los grandes libros que todo aprendiz debería leer, en una larga
lista que incluye a Tolstoy, Dostoyevsky, Flaubert, Mark Twain, Kipling,
Henry James y muchos otros. Mice—Pero leer a todos los buenos escritores podría disuadir a un principiante. Hemingway—Entonces
debes ser disuadido. M—¿Cuál es
la mejor preparación inicial para un escritor? H—Una
infancia infeliz. M—¿Usted
piensa que Thomas Mann es un gran escritor? H—Lo sería
aunque nunca hubiera escrito otra cosa que Los
Buddenbrooks. M—¿Cómo
puede preparase un escritor? H—Observa lo
que ocurre hoy. Si conseguimos un pez fíjate exactamente qué es lo que
hace. Si te emocionas cuando el pez está saltando, recuérdalo hasta que
veas exactamente cuál fue la acción que te aportó esa emoción. Pudo
ser el ascenso del sedal desde el agua y la forma en que se estiró como
cuerda de violín hasta que las gotas cayeron desde allí, o la forma en
que chapoteaba y desparramaba agua cuando saltaba. Recuerda qué ruidos
había y qué cosas se dijeron. Descubre qué fue lo que te dio la emoción,
cuál fue la acción excitante. Después escríbelo para que el lector lo
vea claro y tenga la misma emoción que tuviste. Es un ejercicio para los
cinco dedos. M—Muy bien. H—Después,
para cambiar, ponte dentro de la cabeza de alguien. Si te grito, debes
figurarte qué es lo que estoy pensando, tanto como tu sensación al
respecto. Si Carlos insulta a Juan, piensa en cómo son ambos bandos. No
pienses sólo en quién tiene razón. Como hombre sabes que las cosas
deben ser de una manera o de otra. Sabes quién tiene razón y quién no.
Tienes que tomar decisiones y afirmarlas. Como escritor no debes juzgar.
Debes comprender. M—Muy bien. H—Escúchame
bien ahora. Cuando la gente habla, escúchala completamente. No te pongas
a pensar en lo que vas a decir. La mayor parte de la gente no escucha.
Tampoco observa. Debes ser capaz de entrar en una habitación y, cuando
salgas, saber todo lo que ocurrió allí y no solamente eso. Si esa
habitación te proporcionó alguna sensación, debes saber exactamente cuál
fue el motivo de ella. Procura eso como práctica. En la ciudad ponte
fuera de un teatro y observa las distintas maneras con que la gente sale
de los taxis y de otros vehículos. Hay mil maneras de practicar. Y piensa
siempre en la gente. M—¿Cree
usted que seré escritor? H—¿Cómo
diablos puedo saberlo? Quizás no tengas talento. Quizás no puedas sentir
a otra gente. Tienes algunos buenos cuentos, si es que puedes escribirlos. M—¿Cómo lo
sabré? H—Escribe.
Si trabajas en ello durante cinco años y descubres que no sirves, puedes
pegarte un tiro entonces, igual que ahora. M—No podría
pegarme un tiro. H—Vuelve
entonces y te lo pegaré yo. M—Gracias. H—Bienvenido,
Mice. ¿Hablamos de otra cosa? M—¿De qué? H—Cualquier
cosa, Mice, veterano, cualquier cosa. M—Está
bien. Pero... H—Nada de
peros. Fin. La charla sobre escritura, basta. No más. Agotado por hoy. La
tienda está cerrada. El patrón se fue a casa. M—Bien. Pero
mañana tengo algunas cosas que preguntarle. H—Apuesto a
que te divertirás escribiendo, apenas sepas cómo hacerlo. M—¿Qué
quiere decir? H—Ya sabes.
Divertirse. Alegría. Buenos momentos. Hacer una vieja obra maestra. M—Dígame. H—Basta. M—Muy bien.
Pero mañana... H—Sí. Muy bien. Seguro. Pero mañana. |
Ernest Hemingway
El País Cultural Nº 131
8 de mayo de 1992
Ir a índice de narrativa |
Ir a índice de Hemingway, Ernest |
Ir a página inicio |
Ir a índice de autores |