Amigos protectores de Letras-Uruguay

La República Martiana 
por Ramón Guerra Díaz
guerradiazramn1@gmail.com

Una de las mentes más claras de nuestro país fue la del eminente poeta y ensayista Cintio Vitier, hombre de razonamiento mesurado y equilibrado, al que hay que acudir para encontrar un pensamiento cubano contemporáneo con profundo arraigo en lo nacional. Hace un año que se nos marchó pero lo volvemos a encontrar en las polémicas de hoy, cual Quijote antillano y visceral, por eso he traído una de sus respuestas al cuestionario que le hiciera Julio César Guanche en el año 2001 y aparecida en la revista Cultural Caimán Barbudo (Nº 306, pp.16-17) bajo el título de Cintio Vitier: la libertad de pensar.

José Martí en Cayo Hueso con miembros del
Partido Revolucionario Cubano

Pregunta:
“«La República martiana es el misterio que acompaña toda experiencia política cubana», esta frase atribuida en esos términos a José Lezama Lima ha sido llevada y traída por años. ¿Podría definir su alcance?

Respuesta:
“Unas veces se ha dicho que, en la frase de Lezama, «el misterio» se refiere a la república, y otras que se refiere a Martí mismo. Efectivamente es cierto que Martí nunca reveló cómo concebía en la práctica nuestro futuro sistema republicano. Para mi es evidente que no iría a calcar en Cuba el sistema yanqui que después de quince años, llegó a conocer tan a fondo hasta su entraña imperialista, ni tampoco las ya desmoralizadas repúblicas que conoció en México, Guatemala y Venezuela, de las que tuvo que huir. Los principios básicos de la nueva república ideal están, sin duda en textos como el discurso “Con todos y para el bien de todos”, el “Manifiesto de Montecristi”, la última carta a Mercado. Llama la atención también la carta a Fermín Valdés Domínguez sobre la celebración del Primero de Mayo de 1884. Fermín ya era entonces socialista utópico, y hoy sabemos que, a la larga no ha habido otro. Del socialismo como utopía pues, habla allí Martí con reparos ante las «lecturas extranjerizas, confusas e incompletas», más también, con esperanza, y le dice a Fermín que la tarea de ambos era en la nueva República sería explicar, liso y hondo. ¿Explicar qué? ¿La democracia representativa de Norteamérica, Hispanoamérica y Europa? Martí no dice «sanear» sino «explicar». Solo hay que explicar algo «nuevo». Presumo que está pensando en un nuevo tipo de República. Esa novedad histórica y política, esa creación martiana que se estaba fraguando en silencio con categórico cimiento antimperialista, sigue siendo, sin duda, un misterio. No menor lo es el mismo Martí, pero en su persona, misterio totalmente revelado, misterio de luz y en la luz.

“Aunque Martí tiene fama de visionario, de poeta en el sentido iluso, era verdaderamente un realista. Sin llegar jamás a fundar una república socialista en medio del Caribe, algo nuevo iría introduciendo. Y el horizonte es claro: «con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar», o lo que dice a propósito de la gesta bolivariana en Nuestra América: «Con los oprimidos había que hacer causa común para afianzar el sistema opuesto a los intereses y hábitos de los opresores»

“El nunca fue amigo de la lucha de clases, aunque también llegó a darse cuenta de su inevitabilidad. Cuando habla de Marx dice: «no hace bien el que señala el daño, y arde en ansias generosas de ponerle remedio, sino el que enseña el remedio blando al daño» ¿Qué «remedio blando»-podría preguntarse alguien- si el estaba preparando una guerra? Pero no es lo mismo la lucha social que la liberación política. El nunca fue partidario de lanzar una clase contra otra, precisamente porque su móvil era la unidad patriótica. La logró en el exilio con los dueños de fábricas de tabaco. Con los «ricos benévolos», quienes contribuyeron a la causa común, junto a los obreros. Sin embargo, en el manifiesto que envía a The New Herald y en la última carta a Mercado, el dice que ante la posibilidad de una nueva alianza de la oligarquía criolla con el imperialismo norteamericano, había que identificarse con «la masa pujante, -la masa mestiza, hábil y conmovedora del país,- la masa inteligente y creadora de blancos y de negros. De aquí que nos se puedan tomar al pie de la letra los reparos que hizo a Kart Marx, ha muerto, porque la lucha de clases podía no ser lo deseable pero si lo inevitable.

Ramón Guerra Díaz 
guerradiazramn1@gmail.com

Gentileza del blog "Martí, el hombre sincero" - Publicado el martes 22 de marzo de 2011
http://martihombresincero.blogspot.com/ 

Ir a índice de América

Ir a índice de Guerra Díaz, Ramón

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio