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Que se oigan las risas y empiece la danza
hoy es primavera y hay que agasajarla
ramillo de flores llevan en sus cestos
niñas quinceañeras vestidas de ensueños.
Que dancen, que dancen con loco fervor
junto al bosque añejo que bien las ampara
junto al dulce nido que duerme en el árbol
junto al viejo silfo que arroja los nardos
La vida es magnánima, regala sus rosas,
a danzar entonces núbiles doncellas
y a batir las manos como mariposas.
Que siga la danza bajo un sol perpetuo
niñas quinceañeras, pues mañana ¿saben?
cruel, inexorable, vendrá el largo invierno. |