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Somos un grupo de
personas que trabajamos en la difusión, en Cuba, del conocimiento
aborigen de nuestra tierra y de sus vínculos con la Memoria ancestral de
la América continental, porque aunque nos corre un arco iris de culturas
en las venas, nos es necesaria la esencia que proviene de nuestra raíz
primigenia.
No estamos ajenos a los discursos históricos, arqueológicos o
antropológicos, pero consideramos que independientemente del alto nivel
científico con que se elaboren los mismos, su alcance no pasará del mero
interés o prestigio intelectual a menos que se integren con las
cuestiones relativas a la Identidad y Memoria verdaderas de nuestros
pueblos antillanos y americanos.
Y aquí utilizamos
Identidad y Memoria en mayúsculas porque son procesos que trataremos de
enfocar desde visiones más profundas y amplias. Consideramos al primero
algo más que el “yo soy” o la identificación con una manera de
comportarse; y al segundo como algo que trasciende los límites impuestos
por el simple recuerdo de hechos pasados. Para nosotros Identidad y
Memoria son procesos activos y dinámicos de la Percepción.
Siempre en constante cambio el primero, reconstruyéndose y adaptándose
cíclicamente a través de la clara noción intemporal de saber de
dónde viene, quién ha sido y qué será, como parte integral de una
sociedad-naturaleza-universo.
También entendemos que
la Identidad y la Memoria no pueden ser sentidas cabalmente sin el
desarrollo de ciertas facultades en cada uno de nosotros. Facultades que
no son solo intelectuales o emocionales y que en nuestra tierra
americana fueron llevadas a diversos niveles de desarrollo por sus
primeros pobladores. Este desarrollo fue truncado por la Conquista y
Colonización pero ha logrado sobrevivir gracias a la ardua resistencia
de algunos individuos, grupos y pueblos, y que desde hace algunos años,
ha cobrado fuerza y se ha traducido en movimientos sociales, políticos y
culturales, así como en prácticas personales y grupales.
Nuestro grupo no
pretende crear un discurso en defensa del indígena en Cuba. No somos
indigenistas desde el punto de vista étnico. Nuestro objetivo apunta al
reconocimiento pleno de la condición de cubano/antillano/americano y eso
sí lleva dialogar, polemizar y debatir sobre hechos históricos-sociales,
enfoques, teorías, metodologías, visiones y percepciones, incorporando
también el punto de vista indígena sobre esos asuntos. Un punto de vista
que fue minimizado y desvirtuado por un proceso de Conquista y
Colonización que impuso el peso sobre ciertos hechos, enfoques, teorías,
metodologías, visiones y percepciones como vías y herramientas
exclusivas con las cuales dialogar, polemizar y debatir. Peso que
todavía cargamos en nuestras espaldas y mantiene encorvado nuestro andar
cultural.
La única manera de
enderezar la postura es “haciendo andar al indio” –parafraseando a
Martí–, que en nuestro país significa más un recurrir a la Memoria que
un asunto propiamente étnico, aunque en algunas de las Antillas y en la
América continental, cobre vital importancia este último aspecto.
La Memoria deja de ser evidente en ocasiones, pero nunca
está irremediablemente perdida y continúa accesible (no solo a través de
la lectura de un buen libro). Allí están grabados, entre otras cosas, el
conocimiento producido por los primeros habitantes de nuestro país, su
cotidianidad, pensamiento, ciencia, espiritualidad, Percepción; su
vínculo con la América Profunda, su sustancial
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