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Ruta histórica del liberalismo mexicano

Agenor González Valencia

Emilio Alberto De Ygartua y Monteverde es hombre político, es maestro, Rector de la Universidad del Valle de México. Sus inquietudes culturales y su permanente actividad lo han llevado a reflexiones sociológicas escritas como constancia de su afán de hacer patente sus convicciones, en periódicos de circulación nacional y de circulación estatal, así como sus actos de presencia en los medios electrónicos y en la edición de libros trascendentes como son “50  Años de la CANACINTRA en Tabasco”; “Una Historia Para Contar”, además, de dirigir la publicación de la obra que contiene los Discursos y Actividades de  los Rectores de la UJAT, Freddy Priego Priego y Jorge Abdo Francis; participó en la obra colectiva “Tabasco: Realidades y Perspectivas” con un atractivo ensayo sobre “Los Centros Integradores en Tabasco y su Efecto en el Desarrollo Económico, Político y Social del Estado”. Por su labor docente  y difusión de sus artículos de crítica política publicados en diversos periódicos en nuestra entidad ha recibido en reconocimiento participar como jurado del Premio  José Pagés Llergo. Recibió, en 1991,el Premio Juchimán de Plata, otorgado por la Asociación Civil del mismo nombre y la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. Hombre de letras y experto pedagogo cultiva en todo momento la rosa blanca de la amistad.

Hemos leído con preferente atención su libro “El trayecto histórico del Liberalismo en México”. Con esta obra El Campus Villahermosa de la Universidad del Valle de México está presente en los Festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución.

Dicha obra consta de 111 páginas. El prólogo “El Liberalismo sustento de la democracia” corresponde a Lácides García Detjen, Rector de la Universidad Olmeca, quien observa, que este libro nos enfrenta al espejo histórico de los acontecimientos y evolución política del México de finales del siglo XIX, pasando por el XX y lo que va del siglo XXI. Es visión y síntesis histórica –nos dice-, académicamente sustentada y documentada en obras y estudios de reconocidos pensadores mexicanos y extranjeros, de la ciencia política.

En la introducción el autor sostiene que el liberalismo mexicano, se llama así, con toda justicia, porque nuestro país adquirió rasgos particulares que lo hicieron distinto a su referente directo, el liberalismo europeo.

La obra nos invita a reflexionar sobre el desarrollo histórico, social, político y económico de México. Comienza por referirse a los orígenes de la ideología liberal en nuestro país, que recibió la primera influencia de la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos. La segunda influencia, según el autor, la recibe de la Guerra Napoleónica y la tercera, de la Revolución Francesa y de las ideas liberales.

De Ygartua y Monteverde afirma que el liberalismo debe ser entendido como parte de ese estadio que conocemos como la ilustración, concepción secular, esto es, para el autor, fundada en la autonomía de la razón vinculada a la naturaleza y a la sociedad.

En el capítulo correspondiente a la explicación del liberalismo mexicano, nos informa que el análisis del trayecto histórico de este liberalismo se inicia con la etapa “preliberal” y culmina con la Constitución de 1917 que jurídicamente sintetiza el pensamiento socio-liberal, dando lugar a la configuración del México actual constituido por un conjunto de instituciones que le dan forma y carácter como nación.

Esta es la esencia –explica-, de nuestro liberalismo, corriente de pensamiento inconforme con el simple liberalismo económico, idea de menor rango que conduce, irremediablemente, al abuso de la libertad de los fuertes en contra de los débiles y, al desorden económico, en perjuicio de los débiles. En resumen, a la injusticia social.

Al aludir al porfiriato, observa que con éste, en el país se inicia larga etapa plagada de luces y de sombras, cuya nota discordante la dan la falta de democracia, la represión y la inequidad social. En este periodo México apoyado en el crecimiento de utilidades, permitió a la industria asimilar progresos tecnológicos que trajeron consigo mayor productividad, inversión extranjera e instalación de la infraestructura (ferrocarriles, energía eléctrica, etc.), favoreciendo el desarrollo del mercado interno y permitiendo a las fábricas operar en escalas mayores y en situaciones de costos más bajos apoyados en la baja tasa de salarios. Afirma que todo esto no se reflejó en la mejoría del nivel de vida de las capas más amplias de la población, ya que el modelo aplicado propicio la concentración de la riqueza en pequeño núcleo integrado en su mayoría por extranjeros y nacionales  vinculados a sus negocios o al gobierno de Porfirio Díaz.

En este análisis, nuestro comentado autor nos habla del nacimiento del Partido Liberal Mexicano encabezado por los hermanos Enrique y Ricardo Flores Magón, quienes influidos por las ideas anarcosindicalistas provenientes de Europa, las adecuaron a las condiciones del momento, elaborando un Programa en el que se contemplaban transformaciones radicales en materia agraria y laboral, inspiradoras de los levantamientos obreros de Cananea y Río Blanco, violentamente reprimidos por un Gobierno en decadencia, pisando el último tramo del poder,  que habría de concluir, como en todas las dictaduras, por la unión de las fuerzas populares.  Nos habla de Cárdenas, promotor agrario y sindicalista que a partir de 1935 dio un giro positivo a la administración pública, a la autodeterminación del país y al rescate de bienes de la Nación.

Este trabajo, de Emilio Alberto De Ygartua y Monteverde, merece estudio y difusión entre las nuevas generaciones. Por México, por el presente, por el futuro y esperanza de auténtica independencia política, económica y social de nuestra patria. 

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