¿Qué es la revolución? Agenor González Valencia |
La
palabra revolución proviene del
latín revolutio, que significa
“cambio” y “vuelta” al punto de arranque. Platón habla de un
ciclo de cambios políticos: de estado natural a monarquía, de monarquía
a tiranía, de tiranía a aristocracia, de aristocracia a oligarquía, de
oligarquía a democracia y de democracia a anarquía para volver de nuevo
al estado natural. Esta teoría de los ciclos perdurará hasta el siglo
XVI, con la aparición de Revolutionibus orbium caelestium (1543) de Copérnico,
que se aplicó por imitación a los movimientos políticos. El
término revolución se aplicaba a muchas cosas y no precisamente tremendas,
la rebelión era por entonces lo más terrible. En el siglo XVIII se dio
el nombre de revolución a la
rebelión de las colonias americanas en 1776 y a sus declaraciones de
independencia, constitución y derechos civiles. El elemento nacionalista
de la rebelión persistió en innumerables revoluciones que siguieron a la
francesa en el siglo XIX y, hasta nuestros días bien como esencial, bien
combinado con las aspiraciones sociales y políticas que caracterizan a
los movimientos revolucionarios. Para
Luis Cabrera “una revolución es un movimiento social violento y
profundo que tiene por objeto restablecer el equilibrio económico y político
de la Nación. La revolución es la rebelión armada de un pueblo contra
la injusticia del régimen legal en que viven y del cual no pueden salir
sino apelando a la fuerza”. México
sólo ha tenido tres revoluciones: la de la Independencia, no la iniciada
por Hidalgo, ni la consumada por Iturbide, sino la planteada por Morelos,
que llegó a consolidarse hasta el establecimiento de la República y que
tuvo por objeto la transformación del régimen colonial en el régimen
independiente, desconociendo los principios y las leyes en que estaba
basada la subordinación de México a España. La
revolución de la Reforma canceló los fueros y privilegios del clero, e
impuso la separación de la Iglesia y el Estado, privando de personalidad
jurídica a la Iglesia católica que significa, en los tiempos modernos,
la religión más influyente. Por
último, la revolución de 1910, revolución de la igualdad que reivindicó
la soberanía del Estado sobre las riquezas naturales; el derecho del
campesino a la tierra y del obrero a su trabajo e igualmente las mismas
oportunidades para nacionales y extranjeros. Las revoluciones siempre tienen como causa un descontento general. Una revolución es una crisis en el desarrollo histórico de un pueblo y tienen dos etapas: el periodo destructivo y el periodo constructivo. |
Dr.
Agenor González Valencia
http://agenortabasco.blogspot.com/
agenor15@hotmail.com
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