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El romance y el corrido |
En todos los pueblos y en todas las lenguas, las primeras manifestaciones literarias han sido populares, de carácter heroico, en verso y puramente habladas. Las investigaciones permiten asegurar que en la literatura española aconteció de igual manera: sin embargo, no existen elementos para reconstruir la producción anterior al siglo XII y IX, hombres dotados de cierta vena poética, en calles, plazas y castillos, cantaban acompañándose a veces con instrumentos primitivos, canciones en las que narraban hazañas heroicas. Este tipo de narraciones se designa con el nombre de Cantares de Gesta o Gestas heroicas, y a sus autores o ejecutantes se les llama juglares.
Las narraciones juglarescas pasaban de unos labios a otros y así corrían de boca a boca por todas España refiriendo los hechos gloriosos de los grandes personajes. Así surge el romance, palabra que significó una cualquiera de las lenguas neolatinas, pero que pasó a designar estas expresiones de la lírica y la épica populares.
Los romances son poemas breves que se cantan al son de un instrumento.
En las alforjas de los conquistadores el romance llega a México y fertiliza en el alma popular. Los soldados de cortés trajeron la carrerilla o corrido andaluz, forma musical de la cual derivó el género lírico-épica narrativo que hoy conocemos con el nombre de corrido mexicano.
La expresión musical y poética que conocemos con el nombre de corrido es hija del romance español del siglo XV, del cual la carrerilla es una manifestación y otra la que se conoce con el nombre de jácara, que adquiriría un marcado tono narrativo para relatar acontecimientos de todo tipo, tal como sucede en el corrido. La introducción musical del corrido puede igualarse al estribillo de la jácara que data del siglo XVII. En esta expresión típicamente popular también observamos al igual que en el corrido una introducción y una despedida. Su forma versificada es casi siempre octosilábica; estrofas de cuatros versos asonantados los pares. Por ello se afirma que el corrido se deriva de la jácara y de las carrerillas andaluzas debiendo su nombre al estilo de su acompañamiento.
El ritmo del corrido consta de un solo paso que contiene dos tiempos; en el primero se ataca la vi cuerda con el dedo pulgar y enseguida, las demás cuerdas se rasguean hacia abajo con los dedos restantes. En el segundo tiempo se ataca la v cuerda con el dedo pulgar y enseguida, las demás cuerdas se rasguean hacia abajo con los dedos restantes. Eso se realiza sin mover la posición de los dedos en el acorde.
El corrido es el exponente de la sensibilidad popular. Su presencia se advierte en la Guerra de Independencia. El canto guerrero toma nota de victorias y derrotas y satiriza al gobierno español; durante la reforma es la crítica acerba contra yanquis y franceses y en el siglo XX la lírica popular es el documento oral que sin artificios narra la verdad histórica de un pueblo esperanzado que aún en la derrota mantiene viva la llama de la esperanza. Se distingue de otro género de composiciones musicales porque al principio da la fecha del suceso, el intérprete pide permiso para iniciarlo, anticipa algo del relato y reclama la atención del auditorio; su característica esencial es el de ser anónimo y se ocupa de hechos diversos tales como hechos revolucionarios, asuntos religiosos, catástrofes, crímenes, fusilamientos, ejecuciones, amores, celos, desengaños, rivalidades, sátira, crítica, belleza, descubrimientos, animales, ferrocarriles, luz eléctrica. En el corrido hay sangre árabe, embrujo español y sangre mexicana.
El corrido en la Revolución Mexicana, fue impreso por Vanegas Arroyo y Eduardo Guerrero, con gravados explicativos y memorables que frecuentemente realizaba José Guadalupe Posada. Por un mínimo precio en las plazas y mercados se podía disfrutar de una sátira política, una crítica de costumbres e inclusive forjar una visión un punto de vista sobre los hechos históricos. Si alguien quiere saber la historia de nuestro país que abreve en las aguas mansas, tranquilas, alegres, apasionadas del corrido que es tanto como abrevar en el alma de nuestro pueblo o en las venas de nuestra nación.
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Agenor González Valencia
http://agenortabasco.blogspot.com/
agenor15@hotmail.com
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