Calderón y la Luna de Octubre |
De las lunas la de octubre es más hermosa, porque en ella se refleja la quietud de dos almas que han querido ser dichosas, al arrullo de su plena juventud.[1] |
No siempre los poetas han sido malos
gobernantes y no siempre los malos gobernantes han sido buenos poetas.
Ejemplos los registra la historia. Así, Mao fue, además de poeta,
excelente gobernante y dio un giro de 180 grados a la economía, a la política
y al desarrollo social de China. Nerón, además de mal poeta, fue mal
gobernante. Netzahualcoyotl fue, no sólo buen poeta sino además
excelente gobernante. Ahora
en estos tiempos de desastres nacionales observados en Campeche, Tabasco y
en Chiapas, el asombro descubre que el Presidente legal Felipe Calderón
Hinojosa, nos resulta un romántico poeta, al declarar inspirado por una
visión planetaria que la imprevista desgracia que ha hundido en las aguas
de sus ríos al estado de Tabasco, no fue producto de la irresponsabilidad
y de la corrupción de malos gobernantes y peores funcionarios, sino que
de ello tuvo la culpa “la luna de octubre”. ¡Qué
admirable y emocionado descubrimiento¡ ¡Con qué alegría el pueblo de
Tabasco festeja la presidenciable declaración hoy aplaudida, por aquellos
que lavan su culpabilidad en las aguas turbias de quien poéticamente vive
el ensueño del Olimpo¡ ¿Qué
podría responderle al pueblo de Tabasco el Presidente legal de México, a
las preguntas provocadas por tan inspirada declaración que se convierte
en un pretendido manto tendido frente a la realidad con el que se intenta
ocultar a quienes el pueblo de Tabasco señala como responsables de la
desgracia que hoy sufre?¿Qué les podría contestar a los tabasqueños
que no ignoran que la presa Peñitas desfogó excesivamente sus volúmenes
de agua que producen energía eléctrica para empresas privadas?¿Qué
podría decirles, si acaso no sabe que los naturales vasos reguladores del
municipio de Centro fueron rellenados para así desaparecerlos y vendérselos
a particulares que construyeron edificios en esos lugares sin importarles
la desprevenida desgracia?¿Acaso habrá honestas y sinceras respuestas a
estos reclamos populares?¿…? ¡Nó!, ¡jamás nunca, nó! El pueblo tiene memoria y…, ¡las aguas también! [1]Autor: Jose A. Michel |
Dr. Agenor González Valencia
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