No estuve el domingo |
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La felicidad por ejemplo. |
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Digo, más bien, no estuvimos fue un domingo de nostalgia de comer cosas dulces y mates amargos de recorrer kilómetros de piel con estas yemas que no se cansan nunca de acariciar que me exigen que me condenan a la naturalidad de la caricia yo no estuve nosotros más bien no estuvimos en ese domingo de gris y disfrazada desventura de alegría encubierta de calles con las dos veredas arboladas como Melian o la que quieras un domingo tango y pastafrola un domingo cielo gris y achubascado un domingo de silencio de mimos de sigilos como para hacer un poema como para mirar por la ventana como para recordarte como para hacer silencio como para que la ternura entre juego y fuego entre tango y chaparrón nos vaya armando encastrados como un Rasti. |
Leopoldo González
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