Gombrowiczidas |
Witold,
Irena, Jerzy y Janusz Gombrowicz |
La transformación que sufre Gombrowicz respecto a la idea de familia es menos clara que la que sufre respecto a la idea de Dios y a la idea de patria, pues atraviesa toda su vida casi sin cambios. Son admirables la nobleza y la discreción con las que Gombrowicz habla de sus padres y de sus hermanos hasta el final de sus días. Sin embargo, las contrariedades que tenía con la familia fueron las primeras, y el origen de todas las otras contrariedades. "(...) Al volver a Varsovia escribí algunos folletines sobre mi estancia en la región de Poznan, pero estaba tan cargado de una extraña ira y guardaba todavía desde mi infancia tanto rencor hacia las mansiones del campo de lo terratenientes, empezando por la mía propia, que no pude evitar hacer ciertos comentarios maliciosos (...)" |
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Bodzechow |
Aunque Gombrowicz no era indiferente a la vida difícil de los pobres, mientras vivió en Polonia, tuvo una vida fácil sin necesidades materiales. La familia, las institutrices y el servicio doméstico lo mantuvieron alejado de la parte dura de la existencia. Las cosas cambiaron brutalmente cuando llegó a la Argentina, el mundo doble y acolchado de ese noble burgués se derrumbó y Gombrowicz tuvo que enfrentar el hambre, la humillación y toda la variedad de las penurias materiales que produce la miseria. Este cambio fatal de las circunstancias acentuaron el rechazo que siempre había tenido por los artificios, el idealismo y las ilusiones al punto que se obligó a definir de una manera drástica su axiología. "¿El
vacío? ¿Lo absurdo de la existencia? ¿La nada? ¡No exageremos! No se
necesita de un Dios o unos ideales para descubrir el valor supremo
(...)" Todas las historias que conciernen a los hombres tienen un principio y un fin, veamos entonces un poco de cómo empezó la historia de Gombrowicz. |
En el tiempo en que Onufry Gombrowicz, el abuelo de Gombrowicz, es obligado a vender sus propiedades en Lituania y a trasladarse a Polonia se sintió injustamente puesto fuera de su clase, se mostró hostil a su nuevo medio y se quedó orgullosamente apartado en su clan cerrado. Su
hijo, Jan Onufry, a la muerte de su padre, abandona sus estudios, compra
una propiedad en Maloszyce y contrae matrimonio con Marcelina Antonina
Kotkowska, una hermosa mujer que le da cuatro hijos; Janusz 1884, Jerzy
1885, Irena 1899 y Witold 1904. |
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Gustaw Kotkowski |
Las representantes del bello sexo amigas de Rena que frecuentaban la casa se caracterizaban más por sus virtudes que por su coquetería, se dedicaban a actividades filantrópicas y no se mostraban dispuestas al flirteo, razón por la que Janusz y Jerzy, sus hermanos mayores, se sentían perjudicados. Su actitud hacia esas amigas y hacia los principios que ellas practicaban era hostil y maligna. El
catolicismo de la madre de Gombrowicz era espontáneo, natural y
despreocupado, cuando abordaba cuestiones teológicas lo hacía con
indolencia y sin preparación. Era católica ferviente de la misma forma
que era polaca y nacida de terratenientes. La fe de Rena era, en cambio,
complicada, fruto del esfuerzo y la concentración, un catolicismo que
podríamos calificar de existencialista.
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Witold Gombrowicz con sus hermanos |
La severidad y la frialdad propias de la hermana se iban convirtiendo en el rasgo característico de la generación de Gombrowicz, un presagio del nacimiento de tiempos nuevos y más duros. Los
hermanos se burlaban de las exageraciones de Rena y de sus amigas mostrándoles
que eran el fruto de un refinamiento burgués y de las comodidades
aseguradas por pertenecer a una clase social superior. Estas objeciones no
llegaban a la conciencia de la madre que las rechazaba por proceder de la
incredulidad y de la malicia.. Actuó toda su vida de acuerdo a esa lógica, era trabajadora, escrupulosa, disciplinada, silenciosa y modesta. Pero estas católicas más modernas se encontraban limitadas por el peso de la tradición, por los lugares comunes de las madres y de las tías contra las que no querían rebelarse demasiado. Polonia
era por aquel entonces un país de estilos agonizantes, uno de los
alimentos principales de los que dispuso Gombrowicz para la concepción de
"Ferdydurke". Gombrowicz
no usaba bastón, a duras penas se ponía el cuello duro, no frecuentaba
lugares de moda, no tenía asuntos de honor, no asistía ni a comilonas ni
a borracheras, andaba en bicicleta en el campo y en la ciudad en tranvía,
para escándalo de sus familiares y parientes higalguillos. Janusz
se preocupaba más por el honor de los comerciantes que por el honor de
los nobles, en su visión del mundo la economía jugaba un papel más
importante que las tradiciones y la carga hereditaria de las antiguas
castas. El gusto que tenía Gombrowicz por decir tonterías le hacia decir a su hermano Jerzy: –cuando voy de visita con mis hermanos lo único que temo es que Janusz se acueste y que Witek se ponga a contar tonterías. Contar
tonterías constituía en la época de su juventud una de las ocupaciones
que más lo absorbía pero nunca se censuró esta actividad idiota. El
desorden, la confusión y la torpeza de una existencia que elegía la
idiotez para relacionarse con los demás fueron para él la mejor escuela
en la se formó y que le permitió más adelante sobresalir y entrar en el
gran mundo.
El
deporte que más practicaba con su hermano Jerzy era el de arrastrar a la
madre a discusiones absurdas, una de las primeras iniciaciones en el
ejercicio de la dialéctica que tuvo Gombrowicz, unas conversaciones que
escandalizaban a las empleadas domésticas que tomaban partido por la
pobre madre. La
caricatura es la forma grotesca de una persona o cosa, Gombrowicz era un
especialista en hacer caricaturas y su hermano Jerzy también lo era.
Gombrowicz cuenta que ese hermano suyo era un personaje con alma de
artista. Gombrowicz ajustó cuentas con los miembros de su familia en todas sus obras, pero sin mencionarlos por su nombre. En "Historia" en cambio, una pieza de teatro que no llegó a ver la luz del día en vida de Gombrowicz, los pasa por las armas a todos. Intervienen como personajes el mismísimo Gombrowicz y el resto de la parentela, el padre, la madre y sus tres hermanos, con sus verdaderos nombres. A
medida que se desarrolla la acción estos fantasmas se van transformando
en personajes históricos de las cortes europeas de principios del siglo
XX. Gombrowicz entra descalzo a su casa junto con el hijo del portero. A partir de ese momento la familia se convierte en un jurado que examina esta confraternización entre clases y se pregunta si Gombrowicz sería capaz de graduarse de bachiller debido a esta circunstancia. De junta examinadora la familia se transforma en un tribunal militar y, de delirio en delirio, llega hasta la corte del zar Nicolás II, a las puertas de la primera Guerra Mundial. Yo
llegué a conocer a un miembro de la familia de Gombrowicz. Cuando me
encontré con la Vaca Sagrada en Buenos Aires en el año 1973 el inefable
Gustaw Kotkowski, primo de Gombrowicz, nos hizo de partenaire. Kotkowski visitaba a Gombrowicz en el café Rex una vez por mes para charlar y llevarle un paquete con ropa. Cuando nos retirábamos Kotkowski era el que abría la puerta del ascensor. Gombrowicz entraba primero con el paquete debajo del brazo sin decir ni siquiera gracias. Cuando le preguntábamos por qué era tan descortés con una persona tan amable como su primo decía con tono displicente: –Vean, sucede que está preestablecido, nuestras familias son casi iguales, pero la mía es levemente superior a la de él. |
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Juan Carlos Gómez
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