Gombrowiczidas |
Witold Gombrowicz y Martin Heidegger |
Heidegger llegó a ser un personaje tan importante en al panorama de la filosofía occidental que filósofos como Ortega y Gasset y Jean Paul Sartre, para nombrar sólo a dos de los más populares, hacían peregrinaciones para asistir a las conferencias magistrales que daba en la Universidad de Friburgo donde eran deslumbrados por el giro lingüístico que el herr doctor profesor alemán le estaba dando a la exposición a sus pensamientos fundamentales, intrincados y profundos. ¿Cómo fue posible que Sartre publicara sus libros y artículos, y viera representadas sus piezas de teatro en el París ocupado por las tropas de Hitler, cuyos jefes se mostraban tan recelosos de cualquier manifestación intelectual francesa? Lo fue porque la estrecha relación de Sartre con la filosofía existencialista del profesor Heidegger, le dio a las autoridades germanas la impresión de que se hallaba de su lado. |
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Martin Heidegger |
"Usted parece interesarse más por los filósofos que por los escritores; –Sin embargo, la filosofía sigue siéndome tan extraña como la ciencia. Como escritor estoy más interesado que nunca en el mundo de las pasiones" Esta
respuesta que le da a François Bondy en el año 1969 nos lleva
directamente al punto, a la ambigüedad que tenía Gombrowicz en relación
con la filosofía y con la madre. En el año 1959 había dado cuatro
conferencias sobre Heidegger en el Círculo de Amigos del Arte de Buenos
Aires, y el mismo año de la conversación con Bondy, en el último curso
de filosofía que dictó en su casa de Vence, lo presentó como el filósofo
más creador del pensamiento existencialista. No obstante, también
mantiene con Heidegger algunas diferencias.
"Yo
no me dejo embaucar por ellos; conozco este infantilismo que juguetea con
el Infinito, sé demasiado bien cuánta despreocupación e
irresponsabilidad hacen falta para entrar con orgullo en los terrenos de
esos pensamientos impensables y de esa severidad inaguantable, conozco
este tipo de genialidad. Y ese Heidegger, en su conferencia sobre
Nietzsche, suspendido sobre esos abismos... ¡payasos! Despreciar el
abismo y no digerir los pensamientos excesivos: hace tiempo que lo decidí
así. Me río de la metafísica... que me devora" El
hombre es un decir inconcluso, un proyecto incompleto que debe asumir la
muerte como fin radical. Estamos arrojados a un mundo que es nuestro
espacio y nuestra posibilidad de realización y, por lo tanto, puede ser
considerado un utensilio, un instrumento que utilizamos para realizarnos.
En la medida en que nos servimos del mundo y lo instrumentalizamos para
nuestras acciones y proyectos, creamos una relación con él que varía
dependiendo no sólo de los condicionantes históricos y temporales, sino
también de cada individuo. El hombre crea un mundo, hace un mundo según
el uso que le da y de los fines que tenga.
Debemos
hacernos responsables de nuestra propia vida, asumir nuestra propia muerte
sin dejarnos fagocitar en nuestra relación con los objetos y sus
funciones. La vida inauténtica nace del ocultamiento de lo terrible de
nuestra condición. "Las
cosas son absurdas porque están aquí sin decir nada, no tienen historia
y no están en el tiempo. Las cosas no tienen límites, no puede decirse dónde
termina una mesa, por ejemplo, y dónde empieza el suelo, los define el
hombre de acuerdo a sus necesidades y a sus proyectos" Mientras
paseábamos por los bosques de Piriápolis Gombrowicz trataba de desentrañar
cuáles eran los límites de la naturaleza, ¿por qué este árbol
terminaba aquí y no allá?, ¿y por qué luego empezaba la tierra?, ¿por
qué no era todo un continuo?, ¿cómo es que se establecían los límites
de la realidad?, a él le parecía que se formaban artificialmente o,
mejor dicho, por una intervención violenta de la voluntad. "Pero, al igual que todas las corrientes espirituales surgidas de una necesidad esencial del hombre, el existencialismo no se plantea dificultades, se afirma con tenacidad a pesar de todas sus contradicciones, a veces suicidas, y no hay nada que pueda detenerlo. Probablemente sufrirá todavía unos enormes cambios y perfeccionamientos, en este momento apenas está en su fase inicial (...)" "Sin embargo, una cosa es la filosofía estricta contenida en obras como "El ser y el tiempo" de Heidegger o "El ser y la nada" de Sartre, y otra muy distinta la postura existencialista que posiblemente se manifiesta mejor en el arte contemporáneo que en la filosofía" |
Juan Carlos Gómez
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