Si desea apoyar a Letras- Uruguay, puede hacerlo por PayPal, gracias!! |
Gombrowiczidas |
Witold
Gombrowicz y Dante Alighieri |
|
El Asiriobabilónico Metafísico acostumbraba a desacreditar a los escritores, una costumbre que también tenía Gombrowicz, pero el Asiriobabilónico Metafísico era más irresponsable. Habla con ligereza de algunos nombres importantes y de sus obras, al punto de considerar al Fausto de Goethe como un bluff de la literatura. Tampoco se salva Shakespeare, era un amateur, un divino amateur al lado de Dante que sí era un verdadero literato. Gombrowicz no compartía para nada estas opiniones, especialmente la que concierne a Dante, su idea del infierno le resultaba insoportable. Como Dante era para el mundo literario, de igual modo que para el Asiriobabilónico Metafísico, el gran campeón de los campeones de la literatura, Gombrowicz se impuso la tarea ciclópea de destruir a Dante. "Inferno. Canto terzo Per me si va nella città dolente Per me si va nell’eterno dolore, Per me si va tra la perduta gente. Giustizia mosse il mio fattore: fecemi la divina potestate, la somma sapienza e’l primo amore. Dinanzi a me non fuor cose create se non eterne, e io eterna duro. Lasciate ogni speranza, voi che entrate" Los detalles de la reescritura que hace Gombrowicz de las palabras inscriptas en la puerta del infierno están en el "Diario", unas páginas que muchos de sus contemporáneos calificaron de libelo. |
El
infierno de Dante, según la idea de Gombrowicz, está mal hecho, está
hecho por un Satanás que sólo busca el mal, también para lo que él
mismo hace, pero Dante no podía hacer otra cosa porque era un hombre de
la Edad Media. |
|
En
este punto a Gombrowicz le parece que ha llegado la hora de exhibir su
maestría en este tipo de empresas y nos anuncia que hubiera podido echar
mano a otras diez ideas igualmente vertiginosas y desconocidas por Dante
para alcanzar este propósito, y enumera algunas categorías sacadas la física,
del marxismo, del existencialismo y del estructuralismo. El pasado es un gigantesco escenario hecho de minucias. En este camino ascendente y oscuro que recorre entre los muertos se va encontrando con lo que para él es el quid de todo lo que existe: el dolor. La realidad es realidad sólo cuando se nos opone, cuando nos hace daño. El hombre real es el que siente dolor porque el dolor es el fundamento de la existencia. |
"Este libro, la Divina Comedia, se escribió hace seis siglos. ¿He de buscar en el pasado seres humanos o, más bien, una suerte de abstracción dialéctica sobre la evolución? De los hombres del pasado sólo me llegan los más importantes. En este gran desfile de todos los muertos del mundo sólo podré reconocer a los grandes" Gombrowicz sigue haciendo reflexiones sobre la muerte. Cada día mueren cientos de miles de personas y nosotros no nos enteramos de nada, la discreción de la muerte y de la enfermedad es realmente admirable, todo ocurre fuera de nosotros. La
muerte es universal, imprecisa y no deja rastros, sin embargo Gombrowicz
insiste, quiere encontrarse con Dante, pero sólo se encuentra al autor de
la Divina Comedia que llega hasta él a través de la historia.. No
puede ponerse en contacto con Dante sino con una gran obra del pasado,
cuando intenta alcanzarlo con su talante moderno, prescindiendo de la
historia, entonces siente que la Divina Comedia no vale nada. El infierno
de Dante no es un castigo, pues el castigo nos purifica y tiene un término
en el tiempo, mientras su infierno es una tortura eterna, un dolor que
nuestro sentido de justicia no puede aceptar. El
infierno de Dante no es verdadero, las torturas son retóricas, los
condenados declaman y su eternidad tiene la indolencia de los monumentos. Giuseppe Ungaretti, encolerizado con Gombrowicz por lo que había escrito en "Dante", cuando se encontró con el Hasídico en la puerta de un hotel, rompió en mil pedazos el ejemplar que llevaba bajo el brazo y le escribió una carta enfurecida. "El libro del polaco sobre Dante es una pura majadería. Es absurdo que hayan publicado una idiotez semejante. He hecho pedazos y mandado al diablo ese escrito estúpido" Ungaretti
y Gombrowicz están pensando en la estupidez, pero cada uno la pone en
cabezas diferentes.
Era
un diablo más bien teórico, sin embargo no dejaba de meter miedo por
eso. No hay obra de Gombrowicz ni corta ni larga, ni temprana ni tardía,
en la que no se sienta la presencia del Maligno. Desde "El bailarín
del abogado Kraykowski" hasta "Opereta" el diablo se pasea
mostrándonos la cola. Gombrowicz quemó la obra, esta primera prueba le indicaba que en la soledad de esa casa empezaban a manifestarse las ponzoñas que lo atormentaban desde hacía tiempo. Poco
tiempo después de esa visita familiar se produjo un acontecimiento extraño
que tuvo una influencia considerable en su vida psíquica. El
obispo de Sandomierz había ido a visitar a los padres de Gombrowicz y les
confesó que una noche se le había aparecido el Maligno. Cuando ya dormía
sintió un peso sobre los pies, movió las piernas para sacárselo de
encima y algo increíblemente pesado cayó emitiendo un ruido metálico. "Los días vividos a la sombra de aquellos terribles enigmas me introdujeron en regiones espirituales hasta entonces desconocidas para mí y que no hubiera alcanzado con facilidad por caminos normales. Me pusieron en contacto con el Misterio, con la máscara, me revelaron el poder de los significados ocultos, me arrancaron de la rutina de lo cotidiano para precipitarme en el pathos, en el drama de nuestra verdadera situación en el mundo. Esos descubrimientos casi oníricos me mostraron un lenguaje sibilino y poderoso, al que luego recurrí con gran frecuencia en mis obras literarias posteriores" |
ver La identificación de los apodos y de la actividad |
Juan Carlos Gómez
Ir a índice de ensayo |
Ir a índice de Gómez, Juan Carlos |
Ir a página inicio |
Ir a índice de autores |