Si desea apoyar a Letras- Uruguay, puede hacerlo por PayPal, gracias!! |
La
memoria no es ... |
|
La memoria no es un globo luminoso que olfatea como demonio antiguo los oleajes. No es vuelo zigzagueante que aturde como un vino. No nos envuelve con alas de relámpagos ni con follaje de rugidos. No acecha en los aleros ni ríe la risa de metal de las constelaciones. No se agita en el fondo de las zanjas ni silba desde la alta hierba. No es un planeta engolfado en el espacio como mota de ceniza en la negrura. No es tiempo fraccionado en pentagramas ni hielo derritiéndose en la lengua que cierra y entumece las papilas La memoria no es pan azucarado que un zumbido de moscas se disputan. No es estruendo de vidrio que hiere los sentidos. La memoria no es súbito apagón ni cauce de humo. No es brasa que persiste en la vigilia ni pánico en la gota de rocío. No es catedral ni códice ni furia. No es un viejo relato que con palabras nuevas se engrandece. No es surco inacabable ni liebre que a su paso estruja las gardenias que gimen voluptuosas. La memoria no es el alfiler de oro que Martí hallara dentro de una roca. No es pulmón de torcaza ni garganta de tigre. La memoria no es puño que amenaza ni remo que se moja. No es neutrino reproduciéndose en las células del párpado. La memoria no es aquello que habíamos entendido. No es nada ni nadie. No navega para llegar a tiempo a todas partes. No tiene eco ni asfixia ni nos mira. No guarda ganado. No respira grandeza ni se anuncia. Se escabulle de Proust en su recámara de corcho se cuela en su balcón del Boulvard Haussmann roba su estilográfica. Tras los nimbos apaga con un soplo los ojillos de nácar de los ángeles. Se cala a la caída de la tarde su capuchón de sombras. La memoria no se oculta enmohecida en la buhardilla. No es un reloj de arena cuyos granos se adhieren al cristal. No es signo apocalíptico ni brazos extendidos. No es faldellín ni pétalo entreabierto. No es cuello de góndola de un cisne ni su portentoso pico. No es un cachumbambé que se confunde en el arriba y el abajo. No es la copla prohibida de tafetán violeta. La memoria no es un monte ni es un abanico de plumas. No es cucurucho de maní ni laberinto de Creta. No es la loseta que la lluvia empapó en un croar de ranas. La memoria no es un meteoro sin rumbo ni un aerolito que rasga la capa del ozono. No es bólido de fuego que abre en Holguín un cráter y un agujero en la Siberia. No es una cicatriz incandescente del espacio. |
Lourdes Gil
Ir a índice de poesía |
Ir a índice de Gil, Lourdes |
Ir a página inicio |
Ir a índice de autores |