Dudas de época

poema de Joaquín O. Giannuzzi

De "Objetos violados"

A la hora de la comida ensaya

un rodeo neurótico en torno de la mesa.
Una amenaza de vacío, una náusea en la realidad.
Con el dinero al diez por ciento
¿estaremos a salvo? ¿El cielo
es propiedad de la carne perdurable? Por favor
nada de psicoanálisis. Un par de tragos
para evitar la lluvia y la duda y el ácido
en los cimientos de mis bienes inmuebles,
los feroces asuntos de esta sociedad.
¿Qué puedo hacer sino morder el aire

a izquierda y a derecha?
Piedras en la vesícula, coágulos en las cañerías,

un golpe de frío en los sótanos bancarios.
En alguna parte, un error político

engendra una peste desconocida: polvo

en la razón práctica y en el estado de sitio,

terror bursátil en las coronarias,

un tiroteo en la calle y un resto

de instinto de conservación en el dormitorio.
Un síncopa detrás de la puerta

y mi fortuna personal cae en manos

de los oscuros príncipes de nuestro tiempo.
Si alguna vez hubo un credo, nada quedó probado,

la confusión bloqueó los senderos mentales.
Mis negocios se atascan en grasa negra:
¿de qué verdad proviene este fracaso?
Si sonara el teléfono, por ejemplo,
un dios propicio llamando desde corta distancia
y la esposa corriendo desde la cocina:
la sopa nocturna que se derrama
y los pulidos objetos que se desmoronan
porque el llamado estaba equivocado:
como si la lógica de la época
sumando nada a todo lo que es nada
negara divinidad y música continua
a la oscuridad que va del esposo a la esposa.

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