Ojos darianos |
Hoy me atrapó tu alcoba y pude dormir en los rincones como una sombra más. Me cobijé en tus ojos que insistieron en verme las esquinas, rotas de tanta espera incomprendida y te besé en los muros y entré por tus vidrieras para robar alientos escondidos y fuimos hilo y aguja que no hilaron el tiempo del error. Tú Rubén, lejano en ese azul que amaste tanto. Yo, cercana en el deseo final que te persigue, pupila detenida en el encuentro imposible. Tú, ojos de inciensos atrevidos penetrando en mi historia, alcoba redimida tu sonrisa de ausencia, casa que no termina de mirarnos... |
Leda
García Pérez
Del libro "Poemas a Rubén Darío"
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