Estatua insuficiente |
Es la hora en que el día juguetea con mi sombra, la miro de reojo y me duele su pose de estatua insuficiente que inclina su destino ante otras sombras. Yo arrastro como ella tristezas renovadas porque el camino duele entre las piedras. La sombra y yo, dos diosas enjauladas en los gestos de siempre. |
Leda
García Pérez
Del libro inédito "Elogio de la costumbre"
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