El clic |
Reinvento mi osadía frente al teclado retador que no sabe de muertes ni de canas. El me pintó de azul los sueños en la ojera pendiente y fingió ser esclavo de mis dedos sin nombre y en mis dedos sin nombre recostó su venganza y en mi venganza, desnombrada también por tanto olvido involuntario, el clic respira hondo mientras le borro el último recuerdo. La memoria es un bien transitorio. |
Leda
García Pérez
Del libro inédito "Elogio de la costumbre"
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