Cauce dormido
Leda García Pérez

Nosotras las sin dueño,
las que ya nadie enciende,
quisimos imitar la libertad del río,
pero el río no envejece,
cambia su cauce
y busca amores en mares reprimidos.
Nosotras las sin dueño,
que inventamos perdones y prodigios,
heredamos las canas culpables
de ese mar clandestino
que rehuye el abrazo
y lanza sus mareas
a los jóvenes ríos insensatos.
Nosotras las sin dueño,
las del cauce dormido, 
despertamos con fuego
en las heridas.
Ah juventud que no perdimos,
Ah madurez que no buscamos.

Leda García Pérez

Del libro "Poemas sonámbulos"

Costa Rica. Abril 2006

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