Versos sencillos, sinceros. Plasma el goce del leer, la felicidad del libro… Pertenecen a la poeta Elisa Susana De Marco.
3.- Contradicciones del Libro y la Imprenta, según Lin Yutang.
Johannes Gutenberg (ca. 1398-1468) marca, con su hazañoso invento (hacia 1450), el fin de la una época y el inicio de otra. El ocaso del Medioevo, Ignorancia, cerrazón… El comienzo de la Modernidad, la Ilustración, la divulgación del Saber.
“Como todas las cosas buenas de la vida, la imprenta ha creado nuevos problemas …” advierte Yutang en su “Amor e Ironía”, 1956, trad. de A. Weis y H. F. Miri, cap. 45: “El Quinto Centenario de la Imprenta”.
El reconocido escritor chino, había nacido en 1895, murió en 1976. Procuró aunar los valores eternos de Occidente con los de Oriente, para resultar en una más auténtica y duradera Humanización del Hombre de nuestra Era. Profesor universitario, fue varias veces Candidato al Premio Nobel de Literatura.
El Conocimiento ha crecido en masa y no le es tan fácilmente accesible al hombre. Su complejidad, su variedad, su especialización, lo superan, lo limitan, le vedan un acceso integral. Porque el “erudito antiguo”, el “honorable maestro” hallaba felicidad en el saber, en el estudio y la escritura: “Se sentía bien, porque en (él) había una sensación de dominio, de unificación del saber humano en una persona”.
Ese es el mundo de los libros y la cultura, que evoca la “Invitación a la Sabiduría” del Emperador Sung Chentsung, según es evocado en el relato “El ratón de biblioteca”, recreado con gracia y conocimiento por Yutang en su “Barba Rizada y otros famosos relatos chinos”, “Famous Chinese Short Stories”, ed. castellana, Hermes, 1953:
“Que los ricos no inviertan su dinero en granjas y tierras, porque en los libros encontrarán una rica cosecha de cereales.- Ni se construyan los adinerados espaciosas mansiones, porque los volúmenes de sabiduría contienen casas llenas de tesoros;…Y que los jóvenes de ambición que quieran ascender la fama y la riqueza se dediquen al sincero estudio de los tomos antiguos”..
Aclara coherentemente el escritor:
“La verdadera cuestión es si el material de conocimientos se asimila mejor o peor, o si la información fragmentaria no ha crecido a expensas de la capacidad de asimilar conocimientos”.
Toda ese inmenso bagaje de saberes se ha transformado, en términos dantescos (y orteguianos, “Misión del Bibliotecario” 1935), en una “selva selvaggia”, una hirsuta maraña de información, promiscua, inasimilable:
“…la creciente masa de conocimientos se ha multiplicado tan rápidamente, que creo que la asimilación ya no puede mantener el paso con los conocimientos, en detrimento de nuestro bienestar intelectual”…
El “erudito moderno” subsiste en medio de ese bosque libresco, que confunde, que se superespecializa, y lo hace sentirse infeliz. No alcanza, no puede, la Dicha de l Cultura.
El balance que resulta, en la perspectiva pesimista y crítica de Yutang:
“Todos sufrimos de un exceso de información sin digerir, y todos flotamos beatíficamente en la superficie de opiniones imaginarias, prestadas, y más bien poco dignas de crédito.. Cuanto más leo, más ignorante me vuelvo…”
Aporta una visión negativa y anti-moderna del libro y la biblioteca: “Es posible sostener, con alguna apariencia de acuerdo, que hoy la imprenta mata la lectura y la lectura mata el pensamiento”.
Propone una mejor comprensión del arte de leer “y lograr un ideal más definido del hombre de ilustración general en nuestra educación escolar”. Solución educativa por excelencia, selección criteriosa de lecturas, ahondamiento en la incitación a pensar, a elaborar el conocimiento, desde el plano de la creación individual y colectiva…
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