Madre,
no es tu tiempo
antes
en chibcha
en chortí
tú eras
la savia
sutil
elemento
Tierra
se hablaba de ti
como alimento
para dioses
Los animales
el sacrificio
eran una caricia
de bondades duras
pétreas
Por eso
los templos
las piedras
tu rostro
Las madres
y los padres
eran misteriosos
soles
Madre,
hoy vengo
sólo a buscar
en ti
mi herencia
de bondades
y tersuras
que los nuevos
nombres
sutilmente
acompasan
en un ritual
de estaciones
de radio
de televisión
mientras juntas
nos sentamos
tristes
a ver a escuchar
las noticias.