La venganza |
Corría el año 1927 y comenzaban a producirse grandes cambios dentro del ámbito político de General La Madrid, con una intendencia que estaba gobernada por los radicales. El antiguo alumbrado a querosene había sido reemplazado por el alumbrado eléctrico y grandes vientos de cambio se anunciaban . Se aprobaban planes edilicios, se encontraban en estudio planes de mejoramiento en la plaza pública y en algunas arterias del pueblo se procedía al plantado de árboles . La nueva iglesia construida años atrás aún no ostentaba su torre. Grandes antagonismos se producían en el seno del Concejo Deliberante, entre radicales y socialistas. En estas largas sesiones y acalorados debates no faltaban los encontronazos políticos entre dos concejales. Uno de ellos perteneciente al partido socialista y el otro al partido radical, al bando de “los peludos” como se los conocía en aquel entonces. Estas discusiones y desacuerdos entre el socialista José Beròn y el concejal radical Irurzun dieron pie a rencores, resentimientos y algunas amenazas…amenazas que tiempo después darían un giro de 180 grados, convirtiéndose en una tragedia. Lo cierto es que la sed de venganza del concejal radical llegó al punto de ejercer justicia por sus propios medios. Berón, el concejal socialista, era un comerciante alto, apuesto y elegante y además, creía en el hombre y en la libertad de ideas políticas. Hacía suspirar a más de una dama de aquella época. Mucho para una sola persona, había que matarlo. Sobraban excusas para justificar el crimen. Había formado una familia, tenía esposa e hijos, pero las lenguas insidiosas de esa época comentaban que tenía una amante… La noche del 15 de marzo de 1927, día en que el concejal socialista se dirigía a encontrarse con su amante un sujeto amparándose en las sombras lo ultimó a balazos por la espalda. Berón cayó fulminado, falleciendo en forma instantánea. Ocurridos los hechos el criminal de apellido Cepeda fue detenido y posteriormente enjuiciado. Se dijo que Agustín Cepeda había sido encargado de dar muerte a Berón mandado por Irurzun. Lo cierto es que el autor material del crimen purgó una condena de seis meses, una condena algo insólita, saliendo en libertad gracias a las gestiones realizadas por los caudillos radicales. Ha pasado mas de medio siglo de este crimen. Entonces, se quiso justificar argumentando peleas de polleras o disidencias políticas. Importa poco una cosa o la otra. Importa poco lo que haya creído la gente. Así lo hayan matado por amoríos, por venganzas políticas, por creer en el hombre y en la libertad, cometieron un crimen que el tiempo esta vez, no consiguió borrar. |
Maria Angélica Fidalgo
De "Historias ocurridas en Gral. La Madrid, cierta vez, en un tiempo"
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