Un poco de mis pagos... |
La noche se va apagando, y al galope los crespones en los lúgubres telones, se adormecen titilando. El campo se está pintando, con los más bellos colores, al bostezo de las flores, que despiertan la mañana y un cálido lampo emana,... los más sutiles fulgores. Entre la fronda campera, un sonórico plumaje pone notas al paisaje, mientras la añeja tapera, perfumada en primavera, bebe en forma caprichosa, el primer rayo que posa ese sol que la estremece, y desde lejos parece,... una diadema preciosa. El molino en movimiento, sus lágrimas desparrama, y el hornero en una rama, con lodo sentimiento va formando su aposento, y los gauchos del lugar se ponen a trabajar, luego de la mateada, que es la reunión obligada,... cuando empieza a clarear. ya la tarde sosegada, enmudece todo el ruído se llena de amor un nido y se aquieta la manada, con esa última balada, reclinándose en el suelo besa la brisa el pañuelo, que se extiende en la región, y es como una bendición,... que acaricia todo el cielo. La mirada del puestero , se pierde en el horizonte, observándose en el monte, la salida del lucero ese silencio campero, trae la melancolía, que al finalizar el día. con sensatez y cordura, sobre ese cielo perdura..., de mis pagos su alegría. |
Sandra Ferraretto.
poetasandra@hotmail.com
Casilda.
Santa Fe. Argentina.
Para Letras del Uruguay.
!Salud!.
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