Despedidas en aeropuertos y/o terminales de buses

Eduardo Fariña Poveda

Me dirijo hacia el retrato de quién alambicado se marchó

Dos gotas simultáneas que tropiezan en una agua sepia

Éramos noche y sabíamos que en la amistad pasan estas cosas

En ese ir y venir de cerveza fría y copa de vino reserva

Las maletas que intentan llevar más ropa que libros

Y lo vi en el Aeropuerto Merino Benítez en Santiago de Chile

Y en Barajas España al subirme en atocha a un bus entendí

Que no sólo todos los trenes desembocan en Madrid

Zaragoza llegando una tarde cualquiera para volver a despedirnos

No sólo las cartas que no nos entregamos en Valparaíso o Barcelona

Nuestra ruta de la seda entiende busca extenderse como una sonrisa

Siempre esperando con nerviosismo ese bus o avión que reza insomne

No sólo lo que callamos en tanta parte motorizarían nuestras suelas de zapato

Cicatrizaría nuestra lengua o afilaría la dentadura

Ya que es seguro que no falta el donde o el cómo

Para que al encontrarnos en algunos de los lugares agujereados del mapa

No todo sea un rugir de postales o medir traviesas fuerzas.

Por esos recados que no daremos a quiénes tenemos que llevar

Y los demás y sus encargos la factoría de las encomiendas

Lo que se acumula en los proyectos que buscan salida

En cada lugar dejo algo de mí que de alguna forma amanece

O cae en forma de lluvia para refrescar la cabellera

Vuelvo a abrir mi maleta y desconozco esas cartas

Y leo el periódico para informarme de otras anécdotas.