Lo humano, corrección
científica en debates desde la epistemología cognitiva.
Profesora Titular, Facultad de Filosofía, Historia y Sociología,
Universidad de La Habana.
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Resumen. Esta ponencia tiene por objetivo analizar la significación de lo humano en el diseño tecnológico actual y desde la epistemología cognitiva. La referencia de actualidad que brinda el quehacer tecnológico, permite una mirada específica al sentido o direccionalidad de lo humano. Asistido de nuevos debates, del tránsito de la sociedad disciplinaria a la sociedad de control, el entendimiento de lo humano se hace valer en nuevos recursos cognitivos. Ponen en dudas las afirmaciones teóricas hasta ahora vigentes sobre cuáles son las características que definen lo humano, en distinción o semejanza con los seres vivos y en la estructuración de la vida social. Las referencias abarcan todos los ámbitos de aprehensión de la realidad en modelos estéticos, éticos, filosóficos, políticos, científicos. Brindan una salida de correspondencia con el pensamiento tecnológico, asidero del modo de producción y reproducción de la vida. La importancia y pertinencia de estos estudios se evidencia al mostrar una propuesta de análisis que acerque la mirada hacia aquellos enfoques que entronizan el hacer humano. En condición de gestor singular de su vida, ofrece una mirada de localización temporal y espacial en disposición horizontal de las estructuras sociológicas, al posibilitar intencionalidades de contenido y fenomenológicas en un discurso aceptado como posible y aprehendido como necesario. Esta ponencia intenta un acercamiento a este discurso teórico en una mirada desprejuiciada y crítica a partir, de la elaboración de juicios lógicos que pongan en evidencia a la sociedad actual y sus desafíos. Lo humano, corrección científica en debates desde la epistemología cognitiva. Sobre cuál es el elemento distintivo que define lo humano se ha escrito desde los albores de la humanidad. Las reflexiones devenidas en concepciones han circundado el quehacer definitorio en el espacio y tiempo en que han sido enunciadas, al mostrar el camino para la comprensión del misterio que engloba cómo definirnos y cómo comportarnos en el universo de la vida colectiva. Las asistencias a tales reflexiones han estado sugeridas en teorías, modelos, disciplinas y saberes que según metodologías han hecho posible la conversión hacia ciencias, primero integradas y luego especializadas para arribar a un siglo XXI que brinda sus propuestas en correspondencia con la avanzada paradigmática del tiempo, de la época, de la localidad y del universo. Las referencias sobre la especificidad de lo humano de manera general, sitúan los discursos teóricos en definiciones sobre las capacidades (lenguaje, proyección de futuro, imaginación, entre otras). En sentido de contradicción suele entenderse como lo opuesto a lo inhumano, a lo que se interpone la capacidad de pensar. Tal disposición analítica es heredada para el siglo XXI, no sin requerimientos, toda vez que el contenido tecnológico del siglo le impone la impronta necesaria para adaptarse a las exigencias contenidas en el vivir en el presente y bajo sus regularidades. Ciertos patrones analíticos, posiblemente en continuidad o discordancia cognoscitiva, sirven a tal empeño: -La idea de las prácticas sociales como asideros de comprensión del discurso teórico vs la universalidad entendida como sistema. Así, las aprehensiones humanas expresadas desde la ética, la estética, la política, la filosofía, la ciencia; ofrecen una reflexión que sitúa las ideas, las creencias, los deseos, entre otros como inferencias razonadas y pensadas para un sistema social. En dependencia de este, el recurso en conductas a aprender desde el diseño de propuesta social de referencia. -La teleología(causalidad) y la teología del destino imaginado. Las diferentes fases en que la humanidad ha visto florecer en estadios la vida colectiva o societaria, han perdurado las representaciones de lo que es y lo que se quiere lograr, en el contenido concreto y el idealizado, que marca la diferencia entre el hacer ahora y el hacer futuro en percepciones del contexto asistidas en tres tiempos: pasado, presente y futuro. Estos elementos muestran la línea ascendente de progreso como ilusión de cambio, hacia un estadío superior de las relaciones humanas. -El estudio de las trasformaciones en su especificidad (Foucault). Tal perspectiva logra derivar miradas hacia los universales de aprehensión en modelos de continuidad en una lógica de la vida cotidiana que expresa un hasta dónde debo llegar en el buen vivir, qué es una buena vida, cómo considerarla desde lo humanamente posible, qué es el placer de vivir. En oposición: vida de perros, en distinción de vida humana como disposición de superioridad y patrón de análisis de diferencias con otras especies. Asimismo, la visión del ideal trascendente como vía de aceptación del logro, desde la vida concreta en creencias disímiles que asisten los macro o micro universos sociales. -El nuevo papel y posición de los sujetos sociales ante el avance inminente de la tecnología y su pensar concreto. Deriva esto en una nueva forma de localización (entiéndase verse a sí mismo y ver a los otros, incluido a los detentadores del poder) desde una nueva localización, posición y circulación. Si bien, hasta ahora, la disposición jerárquica descendente ubica a los humanos y el sentido de lo humano en línea descendente en la configuración de la vida cotidiana, al ubicarse las disposiciones de comportamiento y asimilación de la vida colectiva desde la disciplina del cómo debe ser la convivencia para una mejor vida; ahora se percibe como localización, posición y circulación de las redes humanas, en ideales y haceres, la disposición horizontal. Esto es, se perciben las realizaciones humanas en compromiso directo con los diseños, que a modo de imagen o creencia se formulan como hacer que involucra el acceso de todos. Ej. Gobiernos digitales, transparencia política asistida de la imagen de visibilidad como recurso de evidencia. -Lugar del sujeto y de la agencia humana en el pensar tecnológico. Lo cognoscitivo y lo cognitivo humano en función de la gestión individual humana. No condicionado por la imposición de un comportamiento asistido de códigos éticos, jurídicos, etc. La asimilación interior del comportamiento humano es resultado de la gestión interna y externa que se percibe como recurso verdadero para el buen vivir. Así es posible una horizontalidad que poco respeta la jerarquía de funciones, porque instala como posible el igualitarismo como legado de significación de la igualdad. “Todos podemos, todos hacemos”. Posición que sitúa a la democracia desde este patrón y análisis. Es la rebelión contra la autoridad del dogma de los universales válidos de la semejanza: el todos vs la singularidad, lo único en el sentido de la percepción y bajo la intencionalidad o direccionalidad de la propuesta. Estos “patrones” instalan un compromiso cognoscitivo que asimila y naturaliza categorías, conceptos, conocimientos, valores, epistemes ya concebidos y asimilados a manera de disciplina en la asimilación del entorno. La instalación de estos recursos en el hacer humano muestra la vía de acceso de las colectividades a la nueva época. Así, ante la era tecnológica, las armas tejidas por la Ilustración, por ejemplo, al definir lo humano desde el pensamiento y la inteligencia, le bridan el recurso epistemológico para sobre esta aceptación de universalidad conceptual erigirse y otorgarle contenido. Esta vez, en un sentido sociológico en el mensaje y los símbolos, se sitúan propósitos regulados por la tecnología en sus diversas manifestaciones. La capacidad de pensar en actividades que suplantan la memoria, el razonamiento mediado no por códigos que ubican el sentido del bien en normas sino, por acciones que moldean de manera eficiente la atención como capacidad humana de interés para la ejecución de un resultado. Y es que los siglos anteriores al XXI, sitúan al sujeto de las relaciones sociales conforme al universo jurídico de las relaciones humanas. La preocupación por sujetar al Sujeto en los marcos de un protagonismo colectivo, deja a un lado en las reflexiones teóricas, la singularidad. Proyección que manifiesta este individuo en términos de experiencia, prácticas locales, entre otras. La tecnología en su pensar manifiesta esta singularidad como proyección de ideal y vida concreta, al punto de energizar viejas teorías sobre la especificidad del ser, humano, en su conformación interna. Así, la referencia de desarrollo teórico, en la arquitectura biológica humana, se deja notar al establecer revoluciones cognitivas importantes: la psicológica, la de las neurociencias. La necesidad del estudio de lo humano desde la evidencia como recurso establecido de verdad por el positivismo y el conductismo lógico, hace nacer a las Ciencias Cognitivas. Como saber interdisciplinario busca una salida transdisciplinaria: el análisis de lo interno humano como objeto de estudio. En su conformación se ubican. La Antropología, la Psicología, las Ciencias de la computación (IA), Neurociencias, Filosofía de la mente, Lingüística. El objeto: el estudio de la condición interna humana, la mente. La metodología: disciplinaria con salidas a lo interdisciplinario. El propósito: la ubicación de la tecnología en la base de la configuración de la vida. Asentadas en premisas construidas sobre lo humano ofrecen perspectivas al desembocar en puntos cruciales en teorías de la mente. Un intento de generalización pudiera resumir algunas ideas: -Cómo entender la mente desde ella misma, como generadora de sus recursos analíticos. -La principal evidencia de la mente (conciencia, pensamiento, cognición) puede situarse en la intencionalidad. Dos teorías agrupan la generalidad del discurso: la TRM y la TCM. Enarbolan ellas, postulados que ubican a la representación (simbólica, etc.) y a la intencionalidad como recursos analíticos y metodológicos para comprender como se produce la cognición humana y qué lugar ocupa la cognoscibilidad en la conformación del universo valorativo humano y comportamental. De ahí, su servicio ideológico a la era tecnológica. -En función de la causalidad física (conexiones sintácticas cerebrales) el vínculo con la exterioridad representativa de las cosas. “Las teorías de la ciencia cognitiva no pretenden explicar toda la complejidad de la acción humana, ni siquiera una parte, sino que pretenden dar cuenta de capacidades cognitivas relativamente simples, cuyos outputs no son conductuales, y para ello apelan a mecanismos cognitivos y estados internos. Existe una brecha entre la intencionalidad de los estados mentales personales y el contenido interno de las representaciones mentales subpersonales- una brecha que los modelos y pautas explicativas de la ciencia cognitiva tradicional (psicología cognitiva) no pueden saldar” CITATION Barberis2018 \l 21514 (Barberis, 2018) Tal estado de cosas convida, a una mirada crítica que sitúe los textos, contextos y pretextos en posición dialogante con lo que constituye al ser humano en su totalidad conformadora de sentido. Interrogantes múltiples pueden situarse. Ubicarse en la posición singular del dialogante, puede ser una vía metodológica y metódica. Lo cierto es que, el enigma de la mente deja entrever la dualidad existencial humana, el reflejo de lo demandado como conducta posible y el real, lo necesario a realizar en acciones ante la naturaleza enajenatoria de conformación de la vida colectiva. La necesidad del estudio del ser humano sobre la base de la correlación unitaria de proyección de su quehacer. De otra manera, lo subjetivo, la conciencia y hasta los estados mentales, se convierten en los análisis, en refractarios de una realidad objetiva y no como parte intrínseca de una única realidad. Tal condición, ubica a la sociedad en ejecución pasiva del control sobre “los gestos, creencias, etc., apoyada en obligaciones que más bien recuerdan la jerarquía consuetudinaria feudal, en una era que la rechaza. La eficiencia productiva definida como economía de la atención, la sensación de gratificación sensorial-emocional, la llamada craneopatía o enfermedad del tiempo (el tiempo se pierde o no alcanza, vivir de prisa) son manifestaciones de las formas en que el estudio de la mente se aprovecha en función del control interno biológico de los seres humanos. Algunos autores se han permitido explicar lo humano en estos tiempos a partir de sus manifestaciones. En medio del despliegue acomodaticio que propicia el uso de la tecnología y la admiración por la enorme capacidad humana para generar recursos materiales y mentales que asistan hasta las mínimas tareas, se escucha hablar del binomio razón-pragmatismo evidenciado en la trilogía espectacularidad- universo lingüístico humano- éxito comercial. La capacidad de expansión de esta trilogía propicia un mensaje específico sobre los símbolos y las cosas, al ubicar lo humano en un juego semántico de simplificación, mediado por las cosas y la necesidad de una vida delimitada, singular, a una velocidad que fragmenta en significados la lectura de imágenes a referenciar en el sentido del transcurrir de la vida. Esto que algunos han de llamar “mutación antropológica” emerge como vida aceptada. Elabora nociones de inteligencia y pensamiento resignificadas. Esto es, resignificación de la imaginación y la fantasía funcional del vivir(vivir para y desde una determinada función); conciencia de finitud(análisis asentado en el transhumanismo), noción de valor de la vida, esto es, “algo tiene valor si consigue enmarcarse en una secuencia más amplia de experiencias” CITATION BariccoA2012 \l 21514 (Alessandro, 2012); la educación como agente socializador del poder no desde la institucionalidad coactiva sino, a partir de la figura de autoridad que representan las fuentes educativas más inmediatas que son “mudas, materiales, inertes, presentes. Te hablan [...]. Tienen su lenguaje. Hablo de los objetos, de las cosas, de la realidad física que te circunda” CITATION BariccoA2012 \l 21514 (Alessandro, 2012) Romper estereotipos no significa asimilar los nuevos, como expresión de salida. El dominio de las ciencias cognitivas en la explicación de la mente humana a partir del estudio de la proyección interna y externa humana, debe mostrar el camino para liberar a la luz pública, las contradicciones que hacen posible la existencia y también el grado de inserción del dominio biológico en la definición en los “seres racionales” del sentido de la vida. Lo humano, en su corrección científica cognitiva, evidencia el paso hacia mecanismos de control de la sociedad tecnológica. El sentido de las creencias, los deseos, aspiraciones inmanentes o trascendentales, del placer, desde la sensibilidad estética-erótica que despiertan las tecnologías, las actividades de suplantación por máquinas de la inteligencia humana a partir, de una inteligencia autodirigida, deben ser motivos de reflexión y debate. Son características de esta época que muestran el grado de compromiso epistemológico de las ciencias cognitivas con el entorno tecnológico de producción de la vida. Muestran las fisuras en la interpretación de la realidad a partir de la vieja condicionante dicotómica moderna: realidad subjetiva -realidad objetiva. Acercarnos a estas problemáticas permite entendernos como humanos desde la primera persona de nuestro quehacer interno, hasta la tercera persona que nos hace vincularnos a un medio social provisto de mediaciones de todo orden. Bibliografía BIBLIOGRAPHYAlessandro, B. (2012). Los barbaros. Ensayo sobre la mutacion. Barcelona: Anagrama. Barberis, S. D. (2018). Representaciones mentales, representaciones neuronales y el enigma de la intencionalidad de Liza Skidelski. Revista Analisis filosofico, Vol. XXXVIII, numero 2. |
por Zoila María Fajardo Estrada
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