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Vamos mi niño,
Es hora de dormir.
Te contaré la historia,
de la estrella que visitó
nuestra casa en una noche de invierno.
La encontré en el alfeizar de mi ventana,
su luz se apagaba,
estaba enferma,
estaba triste.
tenía frío.
La cogí en mis manos,
le di la bebida,
que tomas cuando tienes gripa.
La acosté en mi cama,
la cobijé,
le canté una canción de cuna.
La estrella se durmió.
Durante tres noches hice lo mismo,
Poco a poco recuperó su luz,
Más no sonreía.
Sufría de melancolía.
Sus amigas las estrellas
convocaron a una reunión de urgencia
encima de mi casa.
Yo las podía ver,
ni siquiera necesitaba encender la luz
eléctrica,
ellas me alumbraban.
Entendí que mi estrella
quería regresar a lo alto del firmamento.
A la cuarta noche,
cuando todo el mundo dormía,
salí sigilosamente al patio de mi casa,
hice señas,
una de las estrellas bajó,
agradeció el haberme ocupado de su amiga
y la ayudó a regresar con todas sus
compañeras.
Desde entonces la estrella me visita todas las
noches
alumbra nuestra casa,
y vela tu sueño.
Duerme mi niño,
mañana te contaré otra historia.
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