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La llamada 
Byron Espinoza

A Carlos Chipo Morales 

Suena el teléfono y al contestar, escucho una extraña voz advirtiéndome que pase lo que pase no me asome a la ventana y después el tútútú que se ve interrumpido cuando cuelgo, más por inercia que por cualquier otra cosa.  ¿Qué tipo de broma es esta?  ¿Número equivocado?  ¿Algún chistosito que marca ocho dígitos cualquiera y resulta que son los del teléfono de mi casa?  Lo que fuera.  No le di importancia y continué en lo que estaba, escribiendo un cuento sobre un tipo que está escribiendo un cuento y, de pronto suena el tel...  ‹‹¡A la puta!›› –digo mientras doy un salto.  Después de un rato, cuando ya me he convencido que se trata de una extraña coincidencia, escucho varios gritos fuera de mi casa y sin recordar la advertencia de aquella voz, me asomo a la ventana para llevarme el susto de mi vida cuando miro cómo están golpeando a un hombre que resulto ser yo.  Me llevo las dos manos a la boca y ahogo un grito justo en el momento en que uno de los agresores saca un revolver que pone sobre la cabeza de, sobre la cabeza del hombre que soy, mismo que me mira con su rostro ensangrentado y balbucea un te lo advertí segundos antes de que le disparen.

Entonces caí muerto.  

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