Canción matutina |
Salgo descalza al mundo, descalza hacia la luz, puro tacto extendido y vulnerable. El mundo despereza se expande hacia mis pies. Aprendo a andar con dedos soñolientos. Mi piel sigue dormida, deslizo los talones, gateo la mañana. Me muevo, hacia el día primero sin ruido, empapada en sábanas radiantes. Dejo huellas calientes y desnudas, aún me estoy creando. |
Lourdes Espínola
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