Hoy recuerdo a mi abuelo Pedro Meza, cuando solían decir con toda certeza “esos verdes olivos son traicioneros, son como los monos, cuando saltan de una rama a otra y en el aire quieren, encuadernar con sus garras y hacia dentro todo el silencio de sus brutalidades.” En estos momentos en que Honduras esta bajo la bota opresora militar, por el Golpe de Estado, perpetrado desde el 28 de junio de 2009, no dejo de pensar en un documento que atesoraba mi abuelo y que me leía, siendo apenas una niña, en esas tardes de café y rosquillas. Hablaba de un Admirante Osses. Argentino, un hombre que perteneció a la Armada Marina, nacido a finales del 33 y quien declaraba, haber pertenecido a una generación frustrada, que tuvo sueños, ideales y que llegando al ocaso de la vida se sentía fracaso. Mi abuelo, confrontaba su escrito “tradiciones y valores militares” y no comprendía como podía haber tanto abismo entre lo escrito y lo actuado. En dicho documento el señor Osses, hablaba de: la humildad, la lealtad ligada a la libertad. De la humildad decía “La humildad en el sentido de comprender y saber escuchar.” Y mi abuelo decía: “¿Saben comprender y escuchar ellos? –pienso que no- son de ceso encaracolado. Rápido arrugan la frente y se enfurecen. Estos “cada uno tiene su teoría y no escucha a los demás.” De la lealtad ligada a la libertad decía: “La lealtad requiere una libertad intelectual total.” Y mi abuelo decía: “¿intelectuales ellos? ... no les gusta leer, tiene léxico muy bajo, y son lerdos para procesar un discurso coherente e inteligente. ¿Libres para qué? …para hacer y deshacer a su antojo. Ellos solo son leales a ellos mismos y a los coimeros.”
Agarraba su puro y se preocupaba cuando llegaba a este párrafo, que de paso decía -es patético-: “Todos debemos sentirnos orgullosos de pertenecer a las Fuerzas Armadas, con sus errores, sus graves errores, sus infinitos errores, y con muchos aciertos también” y no olvido como me decía “ojala nunca te toque, ver sus errores, sus graves errores, sus infinitos errores” y ahí se detenía, suspiraba y sus lagrimas caían. Continuaba la lectura: “Porque las Fuerzas Armadas necesitan que hallemos el camino correcto de futuro. Porque el camino no nos debe preocupar el tema del presupuesto. Lo que nos debe preocupar es como estamos educando a nuestros hombres. Como le estamos inculcando la subordinación a la ley. Y decía nuevamente mi abuelo: “¿subordinados a leyes, que ellos mismos interpretan, con su lealtad ligada con libertad, para terminar rompiéndolas? No hija, estos nunca encontrarán un norte que les dignifique, porque el fusil, la metralla, la pistola esa son su ley y a esa es a la que le guardan su única lealtad. Y educarlos es lo que menos les importa. Entre menos mejor, ellos saben que teniéndoles en ignorancia ello –los subordinados- perecerán. Y lo comprobaba, con estas palabras finales del Almirante Osses: “Desde que ascendí a almirante siempre tuve un grupito de dos o tres exclusivamente para que pensaran, y me dio resultados. Porque nosotros, la actividad diaria, nos impide pensar. No podemos pensar. Pero alguien debe pensar, y tiene que establecer ciertas pautas. Por eso, mi último mensaje que les dejo, y desde los años que tengo, no bajen los brazos. No pierdan el entusiasmo cuando vean a oficiales jóvenes. Considérense subtenientes, guardiamarinas y alfereces de esa época. Sin entusiasmo no se puede luchar, sin ilusiones no se puede luchar. Sin esperanzas, no se puede luchar. Es el mensaje que les quiero dejar. Muchas gracias.”
Hay abuelo, si supieras las que hemos pasado en estos 112 días de resistencia pacifica, bajo un golpe de estado militar, con estado de sitio reforzado por un decreto PCM-M-016-2009 que fue emitido y publicado en la gaceta, posteriormente fue derogado verbalmente (y hasta el sol de hoy en vigencia…porque no ha sido publicado en la gaceta) y en donde se suspenden nuestras garantías constitucionales, con violaciones a los derechos humanos(muertos, presos políticos, violaciones a mujeres, desaparecidos, represiones en las marchas con gases lacrimógenos, toletazos, etc.) con un pacto de un diálogo “San José-Guaymuras” en dónde no hay avances en el punto cumbre, que es la restitución al orden constitucional en Honduras, con el retorno del Sr. Presidente José Manuel Zelaya. Todo esto abuelo, viene a reforzar la imagen que me dejaste clavada: “Como los monos cuando saltan de una rama a otra y en el aire quieren encuadernar con sus garras y hacia adentro, todo el silencio de sus brutalidades.”
Y…aunque no lo querías para mí, me toco ver: sus errores, sus graves errores, sus infinitos errores. ¡Ojala no les toque ver eso, a mis nietos.!
Tegucigalpa, Honduras.
http://www.articuloz.com/authors_167523.html
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