¿Ves aquel hombre? ¿lo ves
Amarillo, flaco y triste,
Que haraposo traje viste
De la cabeza a los pies?
¿No ves su rostro severo,
Su mirada maliciosa?
¿Ves el afán que lo acosa?
Pues ese es un usurero.
Ese hombre de faz siniestra,
Y a quien odio por quien soy,
Es el tipo que ahora voy
A sacar a la
palestra.
Ese es el pillo usurero
Que sordo al humano lloro,
Solo sueña con el
oro,
Solo piensa en el dinero.
Las desgracias aflictivas
Del infeliz aprovecha,
Y ¡ay! del hombre a quien acecha
Con sus garras incisivas.
Caimán de largos colmillos
Que en el piélago mundano
Devorar sabe,
inhumano,
A los pobres pececillos.
Hombre que si refunfuña
Llorando tu adversidad,
Tiene de ti caridad....
Pero es caridad con uña.
Pájaro de mal agüero
Que viviendo sin decoro,
Solo sueña con el oro,
Solo piensa en el dinero.
Ante él la viuda infeliz
Suspira y solloza en vano,
A sus pies el artesano
Dobla triste la cerviz.
Y al oír sus expresiones
A esos fingidos halagos,
Todos sufren los estragos
De sus crueles exacciones.
¿Por quién abatidos gimen
Tantos hijos de familia
Y entre una y otra vigilia
Suelen hundirse en el crimen?
¿Por quién de la adversidad
Sufren los crudos rigores
Tantos hombres jugadores
Como plagan la
ciudad?
¿Por quién? por el usurero
Por ese que con desdoro
Solo sueña con el
oro,
Solo piensa en el dinero.
Por ese inhumano y vil
Que, fingiendo que complace,
Causa más daño que
el que hace
La pólvora y el fusil.
Ese que ves altanero
Con rostro amarillo y triste.
Ese que tan mal se viste
Y que se llama usurero,
Es un árbol sin virtud
Del mundo sobre la arena;
Es un áspid que envenena
La flor de la juventud.
Oprobio de nuestra edad,
Perro que muerde y no ladra,
Carcoma vil que
taladra
Y mina la sociedad.
Míralo en este momento
Esclavo de su avaricia,
Más triste que la ictericia,
Más lánguido que un jumento.
Sin comer ni una piltrafa
Suele estarse un dia entero,
Por no gastar el dinero
Que sórdidamente estafa:
Y almacena en sus gavetas
Ese usurero que ves,
A un lado los pagarés,
A otro lado las pesetas.
¡Usurero!.... ser que inspira
Tétrico horror que nos pasma.
¡Usurero!.... vil fantasma
Que Dios confunda en su ira.
Sordo a la justa querella
De aquel que a sus plantas llora
Por una
simple demora
Lo demanda, lo atropella.
Y se hace firme en los pies
Y en ser impío se afana....
Mas ¡ay! ¿Qué será mañana
De ese usurero que ves?
¿Qué será de ese menguado,
Insensible al justo lloro,
Qué será con todo el oro
Que conserva almacenado?
Para ese que se divierte
Con ser avaro insensible....
Habrá un momento terrible....
El momento de la muerte.
Entonces él que hoy prospera
Y en sus cálculos se abisma,
Verá el tenebroso prisma
De la suerte que
le espera.
Maldiciendo su existencia
Con el pesar más profundo,
Oirá blasfemar el mundo
De su criminal conciencia.
En su postrimer angustia,
En su horrorosa fatiga,
No hallará una mano amiga
Que enjugue su frente mustia.
¡Morirá!—Su ceño adusto
Revelará en su exterior
La muerte del pecador
Y no la muerte del justo.
Y el alma de este hombre vil,
Cual una encendida mecha,
Al infierno irá derecho
Como bala de fusil. |