Vuelven, de la cineasta mexicana Issa López, es el título del filme presentado en la trigésima novena edición del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana 2017.
Dicho largometraje es la primera incursión de la directora azteca en el cine de horror, que le valió el Premio a Mejor Dirección en el Fantastic Festival de Texas, además de otros cinco lauros en el Screamfest Horror Film Festival de los Ángeles.
Con esa cinta, cuya trama fundamental gira alrededor de la delincuencia infanto-juvenil, la marginalidad y la violencia que azotan a la hermana nación, la realizadora latinoamericana trata de reflejar —desde lo fantástico, y con apoyo en una óptica estético-artística por excelencia— la agresividad física que se torna cada más común en la patria del Benemérito de las Américas, don Benito Juárez, como consecuencia de la corrupción, el narcotráfico y el crimen organizado.
La acción dramática se centra en Estrella (la pequeña Paola Lara), huérfana como secuela de la violencia de un narco, que asesina despiadadamente a los progenitores. Con la complicidad de El Shine (Juan Ramón López), la chica deviene la cabecilla de una pandilla de niños y adolescentes, que se involucran casualmente en una enconada disputa entre organizaciones criminales que operan en la localidad, donde coinciden los bisoños pandilleros, los traficantes de drogas y los miembros de la mafia local.
En un medio social, donde los difuntos regresan y la fantasía constituye la única vía de escape para fortalecer la mente y el alma, el filme se desarrolla en una ciudad ubicada en el actual contexto geográfico del país.
Esa película es un guiño a la experimentación en el universo audiovisual mexicano con efectos visuales muy bien logrados y la combinación perfecta de un elenco de actores infanto-juveniles inexpertos, pero muy talentosos y avispados. Esos pequeños príncipes dominan —con la mayor naturalidad— los códigos (incluido el lenguaje verbal y gestual), en que se estructura el séptimo arte.
Por otra parte, habría que destacar la participación de íconos de la cinematografía mexicana contemporánea: Ianis Guerrero (Caco) y Tenoch Herrera (El Chino).
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