La primera bailarina Viengsay Valdés, una de las figuras insignia del Ballet Nacional de Cuba (BNC) deslumbró al público estadounidense y a los colegas de la prensa norteña, con la interpretación de una Kitri única e irrepetible, en Don Quijote; magistral interpretación con la que estremeció al Centro Kennedy de la capital norteamericana.

Estoy seguro de que lo mismo sucederá cuando interprete el papel de Giselle, la inocente campesina germana que muere por amor, ya que la carismática artista insular continúa hechizando a los amantes del arte de las puntas en los escenarios norteamericanos a donde ha llevado su arte, genuina expresión de cubanía y universalidad.

Viengsay desempeñó el papel protagónico en la presentación inicial de la emblemática compañía en un gran festival, dedicado a la cultura cubana. Dicho festival se clausura el 3 de junio, precisamente con ella sobre las tablas.

Una imagen de su encarnación de Kitri aparece a la entrada de la Casa de la Opera del Centro Kennedy, donde la agrupación dirigida por la “prima ballerina assoluta” Alicia Alonso, miembro del Consejo Internacional de la Danza, se presenta del 29 de mayo al 3 de junio, con Don Quijote y Giselle, dos joyas del repertorio del BNC.

“Ha sido una experiencia maravillosa”, expresó a la prensa la artista, cuya fama trasciende nuestras fronteras geográficas. Por otra parte,  destacó que “esta visita a Washington DC forma parte de la celebración del BNC por el aniversario 40 de su primera presentación en Estados Unidos, realizada en el mismo edificio que ahora nos acoge. Siempre es un honor llevar la Escuela Cubana de Ballet a todas partes del mundo, y dónde mejor que [en EE.UU, una  nación vecina que aprecia] tanto este arte, para mostrar todo lo que nosotros tenemos y esa pasión con la que danzamos […]”.

Acerca de por qué se escogieron en particular las dos obras que aparecen en cartelera, manifestó que “el BNC tiene el aval de lucirse, tanto técnica como [artística y espiritualmente]. En Don Quijote [….] predomina la técnica, la emoción, el virtuosismo, mientras que Giselle tiene esa parte artística en la que el bailarín se desdobla e interpreta […]”

Por otra parte, señalo que  “Giselle es uno de los grandes clásicos de Alicia Alonso considerada entre las principales bailarinas de todos los tiempos a [escala planetaria], con lo cual es muy importante que lo traigamos aquí y que este público tan exigente siga apreciando nuestra versión”.

Viengsay es la encargada de encarnar a la protagonista de esa obra cumbre del Romanticismo este fin de semana y se ha presentado, en reiteradas ocasiones, en territorio estadounidense, incluido el propio Centro Kennedy, el cual contó con la actuación del BNC en 2011.

“En Estados Unidos nos ha ido muy bien como compañía [acotó Valdés], las críticas casi siempre han sido muy favorables por la calidad y la técnica de nuestros bailarines, la acogida es calurosa, pero creo que esta vez ha sido algo muy especial”.

Para ilustrar su apreciación, se refirió a las grandes ovaciones de los espectadores el primer día, cuando aplaudieron de pie durante largo rato, al final de la puesta en escena, y los fuertes vítores con los que recibieron a la “eximia ballerina”, quien saludó a la audiencia primero desde su asiento, y luego sobre el escenario.

Esa excelente respuesta del público estadounidense se reflejó en reseñas sobre la actuación de la compañía, como la publicada en la página web DC Metro Theatre Arts; medio digital que  destacó: “la presencia del BNC fue una gran explosión. La sonriente Valdés transmitió una Kitri instantáneamente agradable desde su primer grand jeté, casi [sentada] en el aire mientras la multitud jadeaba. La audiencia estaba lista para un trabajo de pies muy afilado, y no nos decepcionó su velocidad y audacia”, escribió la crítica y periodista Carolyn Kelemen

Al BNC le correspondió ser el encargado de cerrar el festival Artes de Cuba: de la isla al mundo, que se inauguró el 8 de mayo en el capitalino Centro John F. Kennedy, y en el cual han participado unos 400 creadores e intérpretes radicados en la nación caribeña y fuera de ella.

“Ha sido una tremenda responsabilidad y un grandísimo honor”, expresó Viengsay Valdés acerca de la participación de la compañía en ese magno evento, y agregó “que se trata de uno de esos momentos históricos que te tocan vivir”. .
El excelentísimo señor José Ramón Cabañas, embajador de la República de Cuba en Washington, manifestó que “pasaron por aquí dos semanas de nuestro arte y pensaron que habían llegado al clímax de la emoción, pero que con el Ballet se sentía aún más ese gran éxito, esa acogida tan grande, con toda la sala llena [al máximo de su capacidad]”, concluyó.