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«Neno llegó tocando el chachachá, ricachá […]. Neno ya está tocando el chachachá, ricachá». Ese es el tema que identifica, en el ámbito sonoro insular, a la recién reconstruida Orquesta Neno González[1], fundada por el pianista y compositor Luis González Valdés (La Habana, 1903-1986), y hoy dirigida por el maestro José Vargas Jr. Fue en el estelar espacio Alegrías de sobremesa, donde escuché —hace solo unos días— los inconfundibles acordes musicales de una de las más populares agrupaciones charangueras de todos los tiempos. La fama de ese colectivo, caracterizado —fundamentalmente— por su calidad artístico-profesional, transcendió nuestras fronteras geográfico-culturales, como lo demuestra su amplia discografía. Neno (nombre artístico con el que se dio a conocer en el espectro sonoro caribeño) estudió con su progenitor, el maestro Luis González. El padre poseía uno de los primeros conservatorios musicales que hubo en la Cuba Republicana; por ende, resultaba obvio que su retoño deviniera músico. A los 18 años de edad, con alguna experiencia pianística, Neno creó su primer grupo, para actuar en cines y teatros de la Ciudad de las Columnas. |
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