Ninón Mondejar: a 100 años de su natalicio
por Jesús Dueñas Becerra
jesus@infomed.sld.cu

Anacario Cipriano Mondéjar Soto (Ninón Mondéjar, 1914-2006)[1] vio la luz de la bóveda celeste el día 25 de septiembre de 1914, en Calimete, provincia de Matanzas, donde naciera y creciera su acendrada vocación hacia la música popular cubana, de la que fuera —sin ningún género de duda— uno de sus más genuinos representantes.  

En la década de los años treinta del pasado siglo XX, debutó como cantante del Trío de la capitalina emisora radial CMX. Con posterioridad, cantó para varias orquestas típicas y danzoneras.

En 1940, el también vocalista y compositor matancero fundó la agrupación La Triunfal, mientras que, en 1942, decidió registrar oficialmente la Orquesta América en la Unión Sindical de Músicos de La Habana.

En 1945, crea un nuevo colectivo musical: Orquesta América de Ninón Mondéjar y contrató a varios músicos y percusionistas profesionales. A finales de los años cuarenta, varios de los músicos de Arcaño y sus maravillas integraron la membresía de la Orquesta América.

Entre ellos, se encontraban el violinista y compositor Enrique Jorrín, Antonio Sánchez (Musiquita), y Gustavo Tamayo, quien tocaba el güiro.  Poco después, Juanito Ramos sustituyó a Wilfredo Meneses en la flauta. Esas nuevas incorporaciones y sustituciones le conferirían a la Orquesta América una nueva afluencia del talento musical, lo que la llevaría —en menos de un lustro— al tope de las listas musicales de la mayor isla de las Antillas y fuera de nuestras fronteras geográfico-culturales.

Esa charanga estrenó el chachachá La engañadora mientras amenizaba los bailes de la Academia de Prado y Neptuno, y divulgó ese contagioso ritmo, creado por el maestro Enrique Jorrín, en otros países de América Latina, y ulteriormente, en todo el orbe.

El 1 de mayo de 1948, el gobierno del doctor Ramón Prío Socarrás decretó el cierre de la Emisora Radial 1010, voz del Partido Comunista, donde la Orquesta América tenía un programa estelar diario.

El año 1954 implicaría varios cambios en la estructura de la agrupación: salidas y desavenencias en el seno del colectivo. Un desacuerdo entre Ninón Mondéjar y Enrique Jorrín. Toda la discusión y la lucha interna estuvieron generadas por el hecho de quién debería recibir el crédito por la creación e introducción del Chachachá en la Isla de la Música.

Un contraste de pareceres eminentemente académico y de actitudes inconsecuentes, provocó una abismal diferencia entre los dos músicos por la paternidad del Chachachá. Sin embargo, los hechos y las pruebas —no todos coincidentes, por supuesto— señalan al maestro Jorrín como el creador del nuevo y pegajoso ritmo, pero Mondéjar  defendió el criterio de que su orquesta era la proveedora del ritmo, por lo que él también debería recibir el crédito (algo que el violinista vueltabajero rechazó de plano). Esa discusión interna continuó sin que ninguno de los dos cediera un ápice.

A la salida de Jorrin, Mondéjar incorporó al violinista Ignacio Berroa y nombró director musical al violinista, arreglista y compositor trinitario Félix Reyna.

Durante la trayectoria artístico-profesional de la Orquesta América, se debe tener en cuenta que, desde comienzos de los años cincuenta, la formación charanguera había estado viajando a México, D.F. donde aparecía en los night-clubs, teatros y en la pequeña pantalla, principalmente en el canal internacionalmente famoso XEW de la red TV.

Cuando se produjeron algunas bajas en la plantilla de la orquesta, su director fundador vino a Cuba en busca de nuevos talentos y retornó a México con el flautista Gonzalo Fernández, el violinista Pupi Lagarreta y un percusionista que apodaban «Maceo».

En 1959, AÑO DE LA LIBERACIÓN, Mondéjar y los integrantes de la agrupación volvieron para radicarse permanentemente en nuestro archipiélago. Hasta donde yo conozco, fue la primera orquesta típica que visitó Moscú, capital de la antigua Unión Soviética, a donde llevaron una creación original de Mondéjar: el ritmo miyompi, así como los Chachachás popularizados por la agrupación y que hicieron mover los pies y enriquecer el espíritu de los moscovitas. También estuvo de gira por Austria.

Ninón Mondéjar permaneció como director de la Orquesta América hasta su semi-retiro en los años setenta de la pasada centuria y fue miembro ilustre de la Asociación de Música de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEDAC).

Esa charanga ha tenido —desde entonces— varios directores (incluido su miembro más antiguo y distinguido, el maestro Félix Reyna). También tuvo al maestro Jorge Machado y hoy la jerarquiza Oscar Ponce.

Sirva esta crónica como un sencillo homenaje de afecto y respeto a la memoria del maestro Ninón Mondéjar por el centenario de su natalicio.

Nota

[1]  Instituto Cubano del Libro. Diccionario enciclopédico de la música en Cuba. La Habana: Editorial Letras Cubanas, 2009.

Ir a índice de ensayo

Ir a índice de Dueñas Becerra, Jesús

Ir a página inicio

Ir a índice de autores