Las entrevistadas, cuya mayoría son graduadas universitarias (licenciadas, ingenieras y másteres en ciencias), técnicos medios, agricultoras, peluqueras, panaderas y artesanas artistas, relatan que el hecho de haber emprendido un negocio por su cuenta y riesgo les ha enriquecido la autoestima, el autoapoyo, el autorreconomiento y la autorrealización, bases de la salud psíquica y espiritual del ser humano.

Por otra parte, se refieren —concretamente— a los buenos y malos momentos, así como a las dificultades, incomprensiones u obstáculos objetivo-subjetivos que deben enfrentar para hacer realidad el sueño que las conminó a independizarse económicamente, y en consecuencia, abrir su propio negocio, para prosperar desde no solo desde el punto de vista material, sino también humano y espiritual.

En esa lucha frontal contra el marabú mental (la burocracia), que interfiere con el buen desenvolvimiento de nuestra sociedad, tuvieron que apelar a la resiliencia, definida por la ciencia psicológica como el arte de levantarse cada vez que la persona resbala y cae, como consecuencia de los traspiés que la vida (y los hombres) le colocan en el camino, para apartarla de la ruta que libre y soberanamente la mujer se ha trazado en la patria del venerable padre Félix Varela, José Martí y Antonio Maceo.

Por último, abordaron un tema candente: ¿por qué en los billetes que circulan en el territorio nacional no hay fotos de mujeres ilustres, con excepción de una a trasluz de la Heroína de la Sierra y el Llano, Celia Sánchez Manduley (1923-1980). ¿Es que, acaso, las imágenes de los patriotas hombres son las únicas que pueden aparecer en los pesos cubanos (CUP)?; fueron dos de las muchas interrogantes planteadas por las mujeres que protagonizaron esa joya de la documentalística cubana contemporánea.

Por último, los participantes y Lizzette Vila establecieron un fluido intercambio de preguntas y respuestas; ameno diálogo que enriqueció —con creces— el contenido de ese audiovisual.

A la presentación de Mujeres…, asistieron la locutora y periodista Rosalía Arnáez y la M.Sc. Orieta Cordeiro, presidenta y vicepresidenta de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la UNEAC, respectivamente, críticos, realizadores, artistas, así como representantes de la prensa local.