Sin más preámbulo, cedemos la palabra a nuestro entrevistado, M.Sc.
Darío Croc Ures.
¿Cuáles fueron los factores cognitivo-afectivos y espirituales
que lo motivaron a escoger como tema principal de su tesis de Maestría
en Comunicación Social las páginas web de la radio cubana… con el firme
propósito de abrir un probable camino a la convergencia entre esas
herramientas de la prensa digital?
Todo parece indicar que en mis genes venía incluido, como parte del
paquete que configura mi individualidad, lo que desde mi adolescencia me
inclinaría al periodismo. Pude haber estudiado medicina; de hecho, me
ofrecieron la carrera a finales de los años 70 del pasado siglo, pero en
mi decisión de llegar a la universidad primó la vocación y así me hice
licenciado en Periodismo a mediados de los 80 del extinto siglo XX.
Decía lo de los genes, porque mi padre fue periodista, guionista, poeta
y escritor de cuentos y novelas, muchas de las cuales fueron llevadas al
radioteatro y al teatro.
Aunque estoy seguro de que no existió la intención de influir en mí,
quizás el verlo a él rodeado de textos de consulta y entre papeles,
sentado frente a su máquina de escribir, influyó en mi personalidad e
hizo que desde muchacho me gustara estudiar.
Por eso es que, después de graduarme de periodista en la Universidad de
La Habana (1985) continué los estudios, y mediante exámenes de reválida,
alcancé la licenciatura en Ciencias de la Comunicación (1994) en la
Universidad de la República Oriental del Uruguay.
También cursé dos años de la carrera de Derecho por el método de Estudio
a Distancia, pero antes de concluir lo dejé y comencé la Maestría en el
2006. Cuando, como docente de la comunicación, hablo con mis discípulos
sobre el tema de los estudios trato de darles un ejemplo relacionado con
las bondades del estudio para el individuo, y para ello utilizo la
siguiente anécdota:
Cuando tenía catorce o quince años, como en todo barrio, en el mío
existían rivalidades entre los muchachos. Y donde yo nací y me crié, en
el barrio La Castellana o Estación Pocitos, en la ciudad de Montevideo,
Uruguay, había un muchachón como cuatro o cinco años mayor, que no sé
por qué resorte de la mente humana, competía con los de mi edad y luego
de fallecer mi padre, depauperarse la situación económica familiar y
abandonar yo los estudios, me dijo:
“Vos nunca más agarrás un libro”, y ese día me juré que
llegaría a la Universidad, y le doy gracias también a la universidad de
la vida por haberme aprobado en la asignatura constancia, porque desde
que abracé los libros no los he soltado; ellos han ampliado mi horizonte
mental y espiritual y me han facilitado poseer el conocimiento.
A mediados de los 80 logré entrevistarme con el jefe de personal de la
Dirección Provincial de Radio de Ciudad de La Habana, quien me otorgó
una plaza como Redactor Publicitario en la Dirección de Propaganda de
esa dependencia del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).
Posteriormente, pasé a ocupar una plaza de redactor-reportero en la
Emisora C.O.C.O, “El periódico del aire”, y desde entonces, salvo breves
incursiones en prensa escrita y en la televisión, he trabajado en la
radio.
Por eso, me considero un profesional de la radio; y he ahí los factores
cognitivo-afectivos y espirituales que motivaron que escogiera como tema
principal de mi tesis de Maestría en Comunicación Social las páginas web
de dos emisora cubanas: Radio Progreso y Radio Rebelde.
Considero que era algo que le debía a esta sociedad y a la radio cubana,
ya que ambas fueron las que posibilitaron mi crecimiento como
profesional y como persona. Realmente, si mi investigación ha servido
para mejorar la eficiencia y eficacia del trabajo de esos sitios web,
puedo darme por satisfecho, por el aporte logrado, y porque ese estudio
fue mi forma de agradecer, corresponder las posibilidades de superación
y la confianza que me otorgaron.
A los lectores no familiarizados o especializados en esa
materia, que usted domina con indiscutible profesionalidad, les
agradaría conocer su percepción personal acerca de lo que usted denomina
“camino a la convergencia”, en el campo de los portales informativos
radiales de Cuba.
Normalmente, los medios de comunicación u órganos
de prensa cubanos, han recorrido un camino del tradicional al digital:
por ejemplo en el caso de un periódico han ido del impreso a la Página
WEB, y así sucesivamente en las revistas, en la radio y en la
televisión, con excepción de La Jiribilla, publicación dedicada a la
cultura, que transitó el camino inverso, del digital al impreso. Y así
esos medios -en su práctica comunicativo-informativa- han constituido,
institucionalizado dos redacciones, que hoy conocemos como tradicional y
digital.
Ahora bien, como convergencia entendemos la Integración radical, la
fusión de las dos redacciones en una sola, que tiene como centro la
producción multimedial. Quiere ello decir que la idea de la convergencia
descansa en la homogeneización de los soportes, productos, lógicas de
emisión y consumo de las industrias infocomunicacionales (incluidas la
prensa escrita, las telecomunicaciones, la informática y la industria
audiovisual).
Sin embargo, cuando el término convergencia se emplea con referencia a
las comunicaciones, significa la integración de la computación con las
telecomunicaciones. El Libro Verde de la Organización de Naciones Unidas
(ONU) ofrece dos definiciones: "Convergencia es la capacidad de
diferentes plataformas de red de transportar tipos de servicios
esencialmente similares y la aproximación de dispositivos de consumo,
como el teléfono, la televisión y la computadora".
Pero la convergencia multimediática no es la aparición de una serie de
servicios que combinan texto, voz, imagen en movimiento y sonido; en
realidad, ese tipo de convergencia desdibuja las fronteras entre medios
masivos y servicios de comunicación.
La convergencia de esos elementos en un mecanismo único, digital, que
transporta la información (datos), a través de un canal de banda ancha
(Internet) y mediante una interfaz (la World Wide Web), construye un
mecanismo facilitador del acceso a una multitud de dispositivos y redes
que diversas empresas proveedoras de productos y servicios ofrecen.
Hoy día, la convergencia de tecnologías, la Red de redes y la
interactividad les plantean a los medios de comunicación un reto
ineludible, o sea, un futuro inevitable, pero a la vez casi imposible
para quienes no hayan desarrollado el principal recurso para trabajar
correctamente on line: el hombre, cuya inteligencia global y emocional
le permite asimilar los nuevos conceptos del periodismo digital.
En Cuba, existen diversas dificultades, de índole tecnológica y humana,
tanto para la convergencia de redacciones de varios medios como para la
unificación de la redacción tradicional y digital, pero aún así creemos
que la solución podría estar en la creación de un contexto común de
trabajo: la redacción multimedia, en que ambas partes sean beneficiadas.
Concebir esa estructura como el ámbito donde se centralicen los
mensajes, se impartan instrucciones y se reparta el tráfico (flujo de
información), para editar las versiones impresas, audiovisuales y on
line de unos contenidos cada vez más personalizados en función de los
destinatarios y del soporte de difusión.
Podría explicar -en apretada síntesis- ¿por
qué seleccionó la entrevista periodística a especialistas principales y
editores de páginas web de ese medio masivo de comunicación, así como el
método cualitativo-descriptivo para estructurar su tesis para optar por
el grado académico de Máster en Comunicación Social?
Al enfrentarnos al Diseño de Investigación, no
quisimos obviar la definición que da Erlandson (citado por Rodríguez
Gómez et. al, 2004: p. 91):”el diseño de un estudio de caso es el
intento de un investigador de poner orden a un conjunto de fenómenos de
tal forma que tenga sentido y pueda comunicar ese sentido a los demás”.
Con base en esa línea de pensamiento, advertimos que los investigadores
Bogdan y Biklen distinguen dos tipos de estudios de casos: único y
múltiples. Si bien el estudio de caso único es el que le permite al
investigador “observar y analizar un fenómeno, situación, sujeto o hecho
que con anterioridad era inaccesible para la investigación científica”,
entonces consideramos que esa clasificación se ajustaba a los objetivos
de nuestro estudio.
Como los estudios exploratorios se interesan -fundamentalmente- en
descubrir, los descriptivos se centran en describir con la mayor
precisión posible, lo que posibilitó definir nuestra investigación como
un estudio cualitativo, descriptivo, mediante el análisis de casos
múltiples. El empleo de ese tipo de estudio (descriptivo, de casos
múltiples) implicó describir el funcionamiento de la unidad de análisis
fundamental (redacción digital con sus normas productivas), lo que
equivalía a una fotografía actual del problema planteado.
Entre las técnicas utilizadas resultó insoslayable y de suma importancia
conocer la opinión de los expertos para no pecar de ignorancia sobre las
tendencias contemporáneas del trabajo en las web y la opinión que ellos
tienen de los sitios cubanos, sus fortalezas y sus debilidades.
Para nosotros, los dictámenes de los especialistas, nacionales y
extranjeros, constituyen obligada consulta a fin de contribuir a que las
web radiales cubanas puedan corregir el tiro y -al menos- acercarse más
al blanco.
Por otro lado, están las ideas o creencias de los directivos que son
realmente quienes deciden qué y cómo se hace. Para estos últimos,
llevamos un objetivo implícito y fue, una vez detectada su escasa
formación en esos temas, introducirlos en el mundo del ciberespacio, es
decir, en el presente y en el futuro.
En el desarrollo (“trabajo de campo” como
se le identifica en el vocabulario técnico-antropológico) de su valioso
aporte teórico-metodológico y práctico a un mayor conocimiento de la
prensa digital en nuestro país, ¿cuáles fueron las razones que lo
decidieron a establecer una comparación entre las páginas web de las
legendarias emisoras Radio Progreso y Radio Rebelde?
En realidad, en el trabajo de campo no se establece una comparación
entre una y otra emisoras radiales. La intención primaria fue analizar
también otras estaciones de radio, pero su perfil estrecho determinó que
fueran desechadas.
Concluido ese proceso de decantamiento quedaron Radio Progreso y Radio
Rebelde como firmes candidatas para ser objeto de estudio, y entre los
elementos que determinaron su candidatura se encuentra su amplia
tradición. La primera, devenida recientemente en octogenaria, es la
decana de las emisoras radiales del país, y mucho más añeja que muchas
del Continente, con una vasta trayectoria en el éter desde su fundación,
y arraigada muy fuertemente en la tradición, en la cubanía de anteriores
y de las presentes generaciones, tal es el caso de sus programas
informativos, Alegrías de sobremesa, La Discoteca Popular, Nocturno y
Las Novelas radiales.
La segunda, Radio Rebelde, fundada por el comandante Ernesto Guevara de
la Serna en los “Altos de Conrado”, en la Sierra Maestra, es todo un
símbolo para el pueblo cubano. También con amplia trayectoria y
enraizada en la cubanía, y a modo de ejemplo, habría que evocar los
espacios “Haciendo radio” y “Exclusivo”, que devinieron el carbón con
que se alimentaba la otrora locomotora de la radio cubana en la década
de los ochenta de la pasada centuria.
Como dije al principio, no se trató de una comparación entre las
emisoras; sencillamente, fue una investigación que destacó las
características, aciertos y deficiencias de cada una de ellas.
¿Alguna sugerencia o recomendación a los
jóvenes egresados de periodismo y comunicación social que muestren
interés hacia el trabajo creativo generado por los medios electrónicos
de información?
Bueno, creo que dada mi experiencia en la vida la única sugerencia que
puedo dar a los que vienen detrás es que se esfuercen, estudien, se
superen, puesto que el saber no ocupa lugar, que racionalicen que el
conocimiento significa para nuestra especie lo que la llama significó
para nuestros ancestros: la luz, la sobrevivencia. Sobre todo hoy, en
que el planeta se ve amenazado con los cambios climáticos generados por
la irresponsabilidad y el egoísmo de algunos, que piensen siempre que
delante tienen a alguien que, como un reto, les esta diciendo
“Vos nunca más agarrás un libro”.
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