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Entrevista a Ernesto Agüero
 

La tecnología digital es otra cosa
por Jesús Dueñas Becerra
jesus@infomed.sld.cu

 
 
 

“Lo que yo aprendí en la Universidad de La Habana es otra cosa”. Con esa lacónica, y a la vez premonitoria respuesta, contestó en aquel entonces Ernesto Agüero, un joven egresado de la capitalina Alma Mater en los años 60 del pasado siglo, cuando un grupo de amigos indagaron acerca de qué había aprendido en nuestro máximo centro de educación superior.

Con el hoy realizador, encargado del tesoro musical que se conserva en la fonoteca de Radio Progreso, tuve el gusto de conversar por espacio de casi dos horas. Ameno diálogo devenido pie forzado para iniciar un ciclo de entrevistas en torno a los archivos patrimoniales de la música cubana, la auténtica, la verdadera; archivos de los cuales es —por derecho propio— su más celoso guardián.

En este primer encuentro, evocó la revolución tecnológica así como la conservación de los archivos patrimoniales y de los archivos comunes y corrientes, los cuales pueden tener algún tipo de valor o carecer de él.

No obstante, Agüero, al igual que el escritor, musicólogo y periodista Alejo Carpentier (1904-1980), Premio Cervantes de Literatura 1977, decidió viajar a la semilla, pero —en esta ocasión— de una forma virtual.

La humanidad se ha ido desarrollando poco a poco. En la Edad de Piedra las herramientas de trabajo utilizadas por el hombre fueron el palo, el hacha, el fuego, hasta llegar a la palanca, la rueda y el fuego. Luego aparecieron los hornos para fundir metales y forjar mejores herramientas.

Ese cúmulo de experiencias llevó al soberano de la creación a la revolución industrial. Todos esos medios de producción tenían algo en común: eran manipulados por manos de seres humanos. Por otra parte, el sonido, la imagen y el texto escrito tenían un soporte mecánico por excelencia.

Sin embargo, el teclado de la máquina de escribir (hoy objeto arqueológico), es diferente por completo al teclado del ordenador, ya que la escritura sobre el papel no lo genera el impacto sobre la tecla, sino que funciona a través de medios electrónicos.

Cada una de las teclas de la computadora son llaves electrónicas, que activan un circuito electrónico, que cada vez se torna más complejo y complicado; y aunque parezca paradójico, facilitan el trabajo, el cual se realiza con mayor velocidad y se hace cada vez más eficaz.

Los impulsos que damos en el teclado del ordenador están controlados por un programa en el entorno digital; resultado natural de una programación elaborada al efecto.

Para explicar cómo fue evolucionando el desarrollo de la tecnología digital —el lenguaje del presente— lo ilustró con un ejemplo sencillo. En los primigenios modelos de impresoras, los impulsos, si bien son electromecánicos, impactan la cinta para teñir el papel. Los modelos ulteriores que las sustituyeron emplean el láser, el cual hace obsoleta la cinta.

Al principio, se usaba el disco para almacenar información en un archivo digital (el sistema Word, por ejemplo), que es consecuencia de un proceso de programación al que había hecho referencia en párrafos anteriores. Hoy se emplea —entre otras— la memoria flash, que permite conservar una cantidad equis de información en aditamentos que pueden adquirir el tamaño de una fosforera o aún más pequeños que pueden almacenar 10 GB, casi 10,000,000,000 de disquetes antiguos, conocidos como floppy.

A tono con el proceso de modernización que, basado en la tecnología digital, lleva a cabo el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), Agüero trajo a colación una cita tomada de un libro que leyera y que hacía referencia al pensamiento de los años cincuenta del siglo XX. En las páginas de ese texto se pronosticaba que, en el 2000, podrían existir un total de 10 gigantescas computadoras dislocadas en el Primer Mundo.

Nadie podía imaginar la computadora personal, la laptop, y mucho menos la tabla, o la Superficie Microsoft.

No tuvieron en cuenta los autores de dicho volumen que la revolución analógica tendría la producción de los semiconductores que le abrieron el camino al circuito integrado, le cedió la preeminencia a la revolución digital, y consecuentemente, surgieran los ordenadores domésticos. Los transistores sustituyeron a las válvulas electrónicas, mientras que los microprocesadores poseen cientos y cientos de transistores, y que en un centímetro actualmente caben millones de ellos.

De la realidad objetiva o física dimos un salto cualitativo a la realidad virtual, que es la época que nos ha tocado vivir, y es el gran reto que debemos y tenemos que enfrentar, lo que tocábamos con las manos ahora está en la pantalla del ordenador, precisó.

A manera de conclusión, Ernesto Agüero Boza comentó que la vida le había dado la razón a su viejo amigo camagüeyano, con quien se encontró hace algunos años en el Complejo Poligráfico de Guantánamo, ciudad oriental donde desempeñaba la función de jefe de informática. Esta era la otra cosa a la que aludía cuando le formularon la pregunta relacionada con los nuevos conocimientos adquiridos en la Universidad de La Habana, y que nada tiene que ver con la electrónica.

Jesús Dueñas Becerra - psicólogo, crítico y periodista
jesus@infomed.sld.cu
 

Publicado, originalmente, en la web de la Radio Progreso http://www.radioprogreso.icrt.cu/

 

Link: http://www.radioprogreso.cu/Aniversario%2080/ernestoaguero.html - La Habana, 5 de marzo de 2013
 

En Letras-Uruguay ingresado el presente trabajo el día 15 de mayo de 2013


Autorizado  por el autor, al cual agradecemos.

 

 

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